Opinión

¿Para qué ganar?

NI PARA ti ni para mí. Total, ¿para qué? ¿Para enturbiar un derbi limpio como pocos? Y no solo por la lluvia, sino por un clima durante la semana que distó mucho al que ayer sufrió Vigo: lluvioso y gris en exceso. Los malos tiempos de peleas y mal ambiente parecen ser cosa del pasado, aquel con papada y ceja levantada, que han desterrado Mouriño y Tino Fernández con su buen talante. ¿Para qué ganar? ¿Para qué intentarlo siquiera? Que marcas tú en un regalo de la defensa y de un Sergio medio manco, en la siguiente dejo un latifundio a mi espalda para que Nolito haga de las suyas. Que no se te ocurre ni aparecer por el área, yo tampoco ni pruebo, que ahora somos amigos y no hay que abusar de la nueva confianza. Que te expulsan a Arribas por una segunda amarilla por un planchazo de libro, no te ataco mucho, que Wass también habría tenido que irse a los vestuarios en la primera mitad. Ni unos ni otros quisieron hacerse daño. No tomaron ejemplo de otros bocachanclas de bar en medios madrileños y redes sociales, de 4-0 y topónimos mal entendidos, de Caballeros y Scalonis.

No era cuestión de enturbiar nada. Todo debería ser como fue el sábado en Balaídos, sin leas ni insultos, con dos aficiones con el chascarrillo preparado pero sin incidentes. Con las camisetas y bufandas mezcladas, aunque a Tebas le pueda dar un síncope.

Todo debería haber sido como ayer salvo el fútbol, que al final es de lo que se trata. El espanto vivido ayer empaña todo lo demás. Fue un amago de derbi, sin juego por ningún lado, un ejemplo de errores e imprecisiones. Especialmente espeso estuvo el Celta, demasiado huérfano de la clarividencia del Chelo Díaz, empeñado en una sinfonía de pases inocuos para olvidarse de tirar entre los tres palos salvo en el gol.

Ni siquiera aprovecharon los de Berizzo estar 25 minutos con uno más para lograr dos puntos extra que dejasen Europa a tiro de piedra. El empate le sabe mejor al Dépor, a pesar de seguir doce por debajo del eterno rival, una distancia enorme. Ganó la ida, ata casi la permanencia y no pierde pese a la inferioridad.

Tendrán que seguir ambos navegando por la Liga. Unos con la mente en la Liga Europa, otros en terreno de nadie. Pero los dos de la mano para bien de Galicia.

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