NO ME negará que hay corruptos que tienen su gracia. Como los suegros de Granados. Ese mandamás de Madrid cuya situación es tan ditirámbica que, para empezar, está preso en una cárcel que él mismo inauguró, logro al alcance de muy pocos. Su potencial parece haberlo trasladado a sus suegros, a quienes agentes del juzgado les encontraron un maletín con un millón de euros dentro. Cuando lo hicieron, los señores reaccionaron igual que el consorte sorprendido en la cama con otra: Esto no es lo que parece. Y para explicarlo contaron que no tenían ni idea de quién podía ser el maletín ya que por la casa pasan «fontaneros y gente de Ikea». Gente de Ikea, por supuesto, eso lo explica todo. Hasta para ser un chorizo hay que tener talento. Para empezar es verdad que dicen que los fontaneros ganan mucho, pero no los veo yo con maletines de un millón de euros por ahí sueltos mientras arreglan grifos. Pero sobre todo: ¿no saben que los muebles de Ikea te los tienes que montar tú que no te los montan en casa? Solo por eso deberían llevárselos presos: no ya por corruptos, por inútiles. Poco después Granados pidió la condicional. Hay algo en lo que es mucho mejor que de ladrón: es un cachondo.
