Día sí y día también nos acostamos o nos levantamos con noticias sobre el precio de la luz y los sucesivos récords que ha batido o va a batir. Nos hablan de tarifa fija, variable, de mercado regulado, mayorista, de horas pico y valle, de lo que cuesta generar electricidad como si fuéramos expertos en la materia, pero lo único cierto a día de hoy es que cada mes el recibo de la luz no deja de sobresaltarnos.
Hace unos días una señora, que vive sola, llamaba desesperada a la Opinión de Radio Pontevedra para intentar buscar una explicación y alguna solución porque no puede seguir pagando casi trescientos euros al mes por el recibo de la luz. En su día alguien le recomendó que tuviera todo eléctrico, calefacción incluida, y que contratara la tarifa nocturna, pero cuando desapareció nadie la llamó para ayudarla a elegir la mejor opción para ella y eso que, según contó, tiene el bono social.
No puede ser que a las personas mayores las acosen telefónicamente las empresas eléctricas y, sin embargo, no haya un número de teléfono al que puedan llamar para buscar el adecuado asesoramiento en este tema o en cualquier otro. Tengo la sensación de que los mayores están abandonados a su suerte y eso dice muy poco de nuestra sociedad.
El Gobierno, al inicio de la escalada de precios, puso en marcha un ‘plan de choque’ para evitar que el alza de los precios en el mercado mayorista impactase en el recibo que abonan las familias, pero por lo visto no ha tenido el efecto deseado.
La subida de precios también ha golpeado a los pequeños negocios, que en muchos casos han visto como se les duplicaba la factura eléctrica y, claro, al final han tenido que subir el precio de sus servicios o productos.
A este paso vamos a tener que volver al ‘candil’ de nuestros abuelos y que ahora nos suena de oídas gracias a una canción popular que volvió a poner de moda el programa de la TVG, Luar. "Apaga o candil Marica chus, chus / Apaga o candil que ten moita lus". Que no nos falte el humor.
Hace unos días una señora, que vive sola, llamaba desesperada a la Opinión de Radio Pontevedra para intentar buscar una explicación y alguna solución porque no puede seguir pagando casi trescientos euros al mes por el recibo de la luz. En su día alguien le recomendó que tuviera todo eléctrico, calefacción incluida, y que contratara la tarifa nocturna, pero cuando desapareció nadie la llamó para ayudarla a elegir la mejor opción para ella y eso que, según contó, tiene el bono social.
No puede ser que a las personas mayores las acosen telefónicamente las empresas eléctricas y, sin embargo, no haya un número de teléfono al que puedan llamar para buscar el adecuado asesoramiento en este tema o en cualquier otro. Tengo la sensación de que los mayores están abandonados a su suerte y eso dice muy poco de nuestra sociedad.
El Gobierno, al inicio de la escalada de precios, puso en marcha un ‘plan de choque’ para evitar que el alza de los precios en el mercado mayorista impactase en el recibo que abonan las familias, pero por lo visto no ha tenido el efecto deseado.
La subida de precios también ha golpeado a los pequeños negocios, que en muchos casos han visto como se les duplicaba la factura eléctrica y, claro, al final han tenido que subir el precio de sus servicios o productos.
A este paso vamos a tener que volver al ‘candil’ de nuestros abuelos y que ahora nos suena de oídas gracias a una canción popular que volvió a poner de moda el programa de la TVG, Luar. "Apaga o candil Marica chus, chus / Apaga o candil que ten moita lus". Que no nos falte el humor.
