Lunes
A pocos kilómetros de su casa, como mandan los cánones, la policía italiana acaba de detener a Matteo Messina Denaro, el último gran capo de la Cosa Nostra: llevaba más de treinta años en búsqueda y captura. Rodeado de los suyos y protegido por ese velo tan opaco que solo el miedo es capaz de tejer, Messina Denaro fue quién de eludir la acción de la justicia sin apenas modificar sus hábitos diarios. A fin de cuentas, vivir como un fantasma era virtud habitual entre los grandes jefes del clan de los Corleoneses, tipos cuyo nombre y apellidos conocía todo el mundo, pero sin fotografías sobre los tablones de las comisarías ni huellas dactilares registradas en ninguna base de datos. "La mafia no existe", llegó a declarar Silvio Berlusconi cuando todavía ostentaba el cargo de presidente de la República. Hoy, en Italia, algunos próceres políticos y empresariales celebran la detención de Denaro, pero no todos: así de profundos e intrincados siguen siendo los tentáculos de una organización criminal tan poderosa que fue capaz de poner en jaque al Estado.
Martes
Si usted es un fanático de las películas de Bruce Lee, como yo, supongo que también está horrorizado tras visualizar el vídeo promocional que Pontevedra llevará a Fitur y descubrir que nuestro héroe habla como aquellos humoristas casposos de los ochenta que lo mismo te imitaban a un chino, que a un homosexual, o a un gangoso: ni los dobladores del franquismo se atrevieron a tanto, ahí están YouTube o los viejos VHS para comprobarlo. Por lo demás, la originalidad pretendida se estrella frente a la evidencia de las malas copias. Seguir la estela de Cruzcampo, que rescató del más allá a Lola Flores, o a LaLiga, que hizo lo propio con Luis Aragonés, convirtiendo a la técnica del deepfake en la auténtica protagonista del vídeo, solo puede entenderse desde la mínima exigencia de una parte contratante que no se toma demasiado en serio la promoción turística de la ciudad. Dicho esto, es FITUR: la excursión de fin de curso que cada año regalamos a nuestros políticos sin atender demasiado a los colores ni a los gastos, qué más da.
Miércoles
Las ocurrencias de Tezanos y su CIS de autor solo son comparables a la importancia que algunos políticos y periodistas damos a las ocurrencias de Tezanos y su CIS de autor. "Induce al voto", "marca tendencias", "se inventa u oculta debates"… Son algunas de las acusaciones que se vierten hacia un CIS que debe competir por nuestra atención con La que se avecina, el fútbol, los artículos de Cota, la nueva canción de Shakira, los vídeos virales de TikTok y Pasapalabra. Dicho esto, resulta un tanto El cantante Mario Vaquerizo charla con el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en Fitur. eduardo parro/e.p. descorazonador comprobar que hasta los institutos oficiales del Estado se dedican, de repente, a la ficción: así es muy difícil sacar cabeza y pedirles, casi rogarles, que compren nuestra recién estrenada colección de relatos para conocer Pontevedra. Pregunten en su librería de cabecera o, mejor todavía: al encuestador telefónico del CIS.
Jueves
El intrusismo de Tezanos y su CIS en el mundo editorial está empujando a reconocidos autores hacia el abismo del manifiesto. Algunos de ellos, como Félix de Azúa o Fernando Savater, ya firman más manifiestos anuales que artículos de opinión, novelas o ensayos, lo que nos da una pista de por dónde irá el futuro para gente como yo, a no ser que decida reabrir el bar de mis padres o me concedan, por fin, una licencia de marisqueo. En esta ocasión, los abajo firmantes pretenden denunciar la traición del PSOE a su proyecto histórico, además de quedar para comer y tomarse algún que otro gin-tonic con cargo a la defensa de la Patria: como debe ser.
Viernes
Y, para terminar, volvamos a Fitur, que nos ha regalado una de las imágenes de la semana: Alberto Núñez Feijóo saludando a Mario Vaquerizo, que se toma la confianza de tocarle el hombro varias veces mientras le pide sentido común. "Orientado y consciente", responde un Feijóo visiblemente incómodo, como si no supiera quién carajo es el tal Vaquerizo o, peor todavía, como si lo conociera de toda la vida. Menos mal que, lo que pasa en Fitur, se queda en Fitur.
