Opinión

Diferentes lecturas

La Onu, nacida con la mejor intención de mediar y evitar dolorosos conflictos con resultados traumáticos, ha terminado convertida en un instrumento de EE UU para intervenir dónde le pareció oportuno en función de sus intereses

NUNCA SE leen del mismo modo las tropelías; se hace siempre en función del poder de quién las patrocina y se interpretan dependiendo de la mayor o menor debilidad de quién las sufre.

No hubo sanciones, represalias ni bloqueos frente a las 65 Resoluciones de las Naciones Unidas incumplidas por Israel, todo pasó sin que nada le ocurriera por ello. Hay reflexiones inevitables frente a lo expuesto. Depende del poder de los amigos y, si para esos amigos serás útil o rival.

Si hacemos comparaciones en la zona parece que EE UU, que todo lo que no pueda controlar al menos lo destroza, dejando tocadas de paso a instituciones internacionales. La Onu, nacida con la mejor intención de mediar y evitar dolorosos conflictos con resultados traumáticos, ha terminado convertida en un instrumento de EE UU para intervenir dónde le pareció oportuno en función de sus intereses. El último ejemplo lo tenemos en Siria.

El Gobierno de Al Assad tenía armas químicas para contrarrestar el poder del armamento nuclear de Israel. El país fue presionado para entregar en su día todo el armamento químico al organismo internacional; muy mal funcionó entonces el control armamentístico efectuado por Naciones Unidas si, como afirma EE UU, el Gobierno sirio continúa disponiendo de armamento químico y usándolo contra la población civil.

Lo cierto es que, de los agentes externos que operan en Siria, quién posee armas químicas es EE UU y no pocas veces se ha denunciado que quienes las habían utilizado eran las tropas estadounidenses y los grupos rebeldes a los que entrenaron y armaron  entre EE UU, Turquía e Israel y de ello, se hicieron denuncias en varias ocasiones siendo reconocido por algún político norteamericano de la época de Obama. También hubo evidencias incontestables por parte de Turquía e Israel de las interferencias que toleraban y promovían en el país vecino.

No debemos olvidar que no hace tantos meses, la propia Onu admitió que los rebeldes poseían armamento químico prohibido y, cuando Rusia bombardeó un almacén de armamento de los rebeldes, resultó que los ataques químicos procedían de la explosión del material bélico allí almacenado.Otro hecho denunciado son los depósitos de cloro del ejército estadounidense en Siria, con el riesgo que eso conlleva en un terreno tan conflictivo.

En cuanto a los cascos blancos que operan en Siria hay opiniones para todos los gustos. Desde el comienzo de la revuelta se les acusó de actuar contra el régimen sirio y no siempre en defensa de la población civil. Existen hechos denunciados por una periodista francesa y otra inglesa, infiltradas en el terreno, y también testimonios de algunas religiosas que vivieron el asedio de Alepo, o las declaraciones de algunos refugiados que lograron salir del país, de que los cascos blancos estaban con los rebeldes.

Es difícil dilucidar quienes están de un lado o del otro, cuando en aras de destruir lo que no puedas controlar a tu antojo, armas a tiros y a troyanos para que el país quede tan debilitado que ya no tenga entidad capaz de enfrentarse a los intereses espurios que luchan por controlarlo.

No hay justificación posible para la masacre de una nación como se está llevando a cabo en Siria. Un país civilizado, tolerante con las diferentes religiones y manifestaciones culturales que convivían armónicamente en su sociedad, con un nivel de educación y de libertad para las mujeres sin parangón en su entorno, dónde se podía ver a una mujer siria y musulmana con o sin velo, junto a otra vestida al estilo europeo, sentadas a la misma mesa y compartiendo el narguile entre ellas, o con hombres también en grupo, fuera de día o de noche.

Era un país en el que se respiraba paz y armonía, sin gente mendigando por las calles o durmiendo a la intemperie cómo podemos ver en EE UU o en nuestro país y en muchos otros. ¿Qué pretendían con esa guerra en la que todo apunta a que fue gestada desde el exterior? ¿Qué temían desde fuera? ¿Acaso ha mejorado el país en algo?

No hay razón que justifique el exterminio de un pueblo. Tampoco debería haber indulgencia para quién promueve la desestabilización en tierra ajena.

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