EL PASADO 25 de noviembre, Día internacional contra el maltrato, se puso de manifiesto en nuestro país el galopante retroceso que pugna por imponerse frente a los derechos de las mujeres, a la igualdad sin distinción de sexo e incluso, a la protección frente a los malos tratos y a los 83 asesinatos de mujeres, por violencia machista, llevados a cuenta en lo que va de año en España.
Ya sabemos que en España solamente se computan 52 asesinatos de este tipo en los registros y eso ocurre porque no se está cumpliendo el convenio de Estambul y continúan registrándose únicamente los asesinatos causados por la pareja o ex pareja sentimental de la mujer asesinada. no tienen esta consideración los asesinatos de mujeres, como en el caso de Diana Quer, cuando el asesino y la víctima no tenían vínculo anterior; lo mismo ocurría en el triple asesinato de las tres mujeres gallegas en el que la suegra y la cuñada del asesino no se registraron como violencia tales. De computarse todos los casos conforme al mencionado convenio, la cifra de asesinadas desde 2003 supera los 2000 casos.
Según el Juez Joaquim Bosch, el 85% de la violencia familiar es violencia de género, es decir, del hombre contra la mujer; el 15% restante se produce entre hermanos, padres hijos, hijos padres o abuelos, u otros. Por esa razón este juez considera que eliminar la ley de protección integral de la violencia de género como pretende Vox tendría gravísimas consecuencias.
Nos recuerda el Juez Bosch que en 2018 fueron condenados en España por violencia de género 28.000 hombres y que, si tenemos en cuenta las cifras que incluyen los registros de años anteriores, suman 250.000 condenados por dicha causa.
Otro dato importante en cuanto a la veracidad de las denuncias, Joaquim Bosch resalta que solo el 0,01% de las denuncias por violencia de género resultaron falsas. En sus 15 años de experiencia solamente siete casos resultaron ser denuncias falsas, cifra muy inferior al nº de denuncias falsas que se constatan en otro tipo de procedimientos por otras causas que se tramitan a diario.
Tal como demuestran las cifras registradas, el nº de asesinatos de mujeres fruto de la violencia machista y el de agresiones y violaciones denunciadas, aumentó considerablemente desde 2017 y más en el último año. La razón de este aumento según opinan jueces especialistas en violencia de género, organizaciones feministas y de Derechos Humanos, está en que al haber conseguido un avance en la visibilización de las mujeres y en la consecución de sus derechos, junto con el fortalecimiento de las organizaciones feministas y su unión en la lucha por reivindicaciones sociales que van más allá de ellas mismas, no solo han molestado al neocapitalismo; han molestado al sistema patriarcal y sobre todo a los machistas acérrimos que permanecían agazapados y silenciosos porque socialmente no estaba bien considerado hacer proclamas violentas y sexistas, pero que ahora se organizan para hacerles frente y hacer retroceder sus derechos. En España la voz cantante la lleva Vox, pero no perdamos de vista a otros partidos que tolerando, o mirando para otro lado y no afeándoles abiertamente su conducta, - anticonstitucional incluso, según algunos juristas-, le lavan la cara legitimando sus propuestas con su apoyo o su silencio. no hay más que ver lo que ha ocurrido estos días a la hora de hacer pronunciamientos institucionales de apoyo contra los malos tratos y, para poner la guinda, en la Asamblea de Madrid.
Lo que no podemos olvidar es que la violencia de género es una violación de los Derechos Humanos que atraviesa todas las culturas, religiones y nacionalidades y, como afirman médicos sin Fronteras, es una violación de los derechos de las mujeres que afecta a su salud tanto física como emocional, además de impedir su desarrollo integral como persona.
