Opinión

Incitar a la negación llevará a la autodestrucción

''Y lo repetiré una vez más, pasa lo mismo con los políticos, que no todos son iguales. Hay empresarios del sector que se cuidan y te cuidan''

Por mucho que algunos se empeñen en ignorarlo, incluso en negarlo, la situación actual a nivel mundial ha traspasados limites que posiblemente ya no tengan vuelta atrás, es decir que sus nefastas consecuencias serán irreversibles, o cuando menos difícilmente paliables, y pondrán en jaque la supervivencia de la especie humana.

Según vienen advirtiendo los científicos, a los que los intereses del capital no escuchan, la humanidad corre un grave peligro a muy corto y medio plazo. Pero cuando el Gobierno pretende introducir en la Agenda medidas para intentar frenar los desastres, el poder empresarial y la derecha se unen en una temeraria campaña en contra, cuyas consecuencias vamos a pagar toda la ciudadanía.

Tenemos muy reciente las consecuencias del comportamiento de la oposición en el tema del covid-19. Cuando en lugar de colaborar para establecer medidas de contención se critica y desaconseja todo cuanto proponga el Gobierno y se tergiversa cuanto diga o haga, el resultado es la desobediencia y la rebeldía de una parte de la población, con las consecuencias nefastas tanto para la salud como para la economía del país.

Nos están machacando hasta el hartazgo con que el Presidente mandó quitar la mascarilla para apuntarse un tanto, pero se olvidan de decir que el Presidente anunció un Decreto en el que se permitía no utilizar mascarilla en los espacios al aire libre y siempre que se guardara la distancia de seguridad entre las personas, (de metro y medio a dos metros), debiendo llevarla disponible para cubrirse siempre que nos vayamos a cruzar con alguien a menos de esa distancia.

La campaña de comunicación tergiversada, criticando al Presidente y omitiendo una parte fundamental del mensaje, no hace falta que se la cuente porque ya la estamos sufriendo todos. Nunca faltan ignorantes e irresponsables que se queden con las descalificaciones y ese tipo de mensajes e ignoren el mensaje original y las recomendaciones de Fernando Simón, Ministros, Presidente y cantidad de médicos y epidemiólogos que están repitiendo hasta la saciedad lo que hay que hacer e invitan a la responsabilidad y la prudencia.

Resulta descorazonador escuchar a la industria del ocio protestando contra las restricciones por razones sanitarias y ofreciéndose como garantes de salud frente al botellón, cuando hemos visto por activa y por pasiva los locales de ocio atestados de gente en e interior y sin mascarilla como si nunca hubiera existido pandemia. Esto no ocurrió en un único lugar.

Es una pena que por unos cuantos descabezados a los que interesa más hacer caja una noche que velar por la seguridad y la propia garantía de poder seguir abiertos, tengamos que pagar todos. Ni que decir tiene que esta actitud perjudica a aquellos hosteleros y empresarios del ocio que sí cumplen con la normativa y la exigen a sus clientes. Los primeros, que son los que precisamente se ofrecen en los medios de comunicación como alternativa al botellón, porque con ellos estarían más seguros. Más seguros los clientes lo dudo, pero más llenas sus cajas desde luego que sí.

Y lo repetiré una vez más, pasa lo mismo que con los políticos, que no todos son iguales. Hay empresarios del sector que se cuidan y te cuidan y lo mismo ocurre con los clientes, sean mayores o jóvenes. Mientras hay juventud que apela a la prudencia y se preocupa, hay jóvenes que dicen que ya no pueden perder más tiempo de su vida. Cuando les escucho decir eso a estos últimos, me pregunto si se habrán parado a pensar, o si algún padre o educador se lo sugirió, que para los mayores el paso del tiempo tiene un peso especial porque ya están perdiendo capacidades y precisamente el aislamiento y la falta de movilidad les deteriora muy rápidamente y, eso hace que al cabo de un año, muchos ya no podrán disfrutar de las mismas cosas.

La otra cara de la moneda en la que estamos viendo la misma falta de responsabilidad estos días tiene que ver con la necesidad de decrecimiento, la urgencia de ocuparse de verdad del medioambiente y la necesidad de ser proactivos en las campañas de información a la población.

Por si no nos sirve para reflexionar el número de muertos, incendios y necesidad de desplazar población por causa del calor en Norteamérica en los últimos días, dónde no baja de los 50º, incluso en zonas tradicionalmente frías, observemos los cambios que tienen lugar en nuestro país.

Con respecto a la importancia del cambio climático y la necesidad de evitar los gases de efecto invernadero, un estudio reciente llevado a cabo en el marco del EARLY-ADAPT, financiado por el Consejo de Investigación Europeo, que analiza Alemania, Austria, Bélgica, Croacia, Dinamarca, Eslovenia, España, Francia, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa y Suiza, concluye que el calentamiento en Europa ha ido más rápido que en cualquier otro continente, destacando que los países mediterráneos son más vulnerables que el resto, por lo que se prevé un aumento desproporcionado de la mortalidad a causa del calor.

En el mencionado estudio se urge a adoptar medidas de mitigación de carácter global porque si se adoptan únicamente en países o regiones específicas no resultarán efectivas. La OMS y otras organizaciones vienen insistiendo en que, por razones de salud debemos cambiar nuestros hábitos, entre ellos los alimentarios, y todas las formas de producción de alimentos que contribuyan al aumento de emisiones contaminantes.

Ahora, si la oposición no tiene mejor oferta que hacer, que siga desdibujando, tergiversando y desacreditando el mensaje del Ministro Garzón, respecto a una dieta mediterránea con menos consumo de carne, para que la gente siga inmersa en el camino de la autodestrucción.

Que los intereses de los empresarios de agrocultivos y ganadería intensiva, (que también son los más contaminantes de las tierras y acuíferos), no van a estar en sintonía con el interés general es obvio. De cómo se posicione cada político podremos deducir a quién sirve.

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