Opinión

India: la nueva mina de oro

SE TRATA del país con mayor índice de expansión para 1917-1918, situación que puede generar grandes beneficios para las empresas del IBEX 35 que operan en el país. Opinan los expertos que la India será el país de interés para los inversores en los próximos años porque está en proceso de transformación que impulsará su economía y un gran crecimiento en determinadas áreas.

Los analistas del Goldman Sachs consideran que su capacidad de crecimiento se basará en el desarrollo de las infraestructuras, la reactivación de la economía rural, sector que representa el 17% del Producto Interior Bruto y el 50% de los empleos del país y por último, la racionalización de los impuestos sería la otra pata que contribuya a su desarrollo expansivo.

La India representa en estos momentos lo que en su día supuso China para los inversores. El Fondo Monetario Internacional prevé un crecimiento del Producto Interior Bruto del 6,6% para 2017 y por encima del 7% para 2018.

Se prevé que en poco tiempo, la India se convierta en el país más poblado del mundo, sobrepasando a China que ostenta actualmente dicha representación. También se espera un aumento de su capacidad de consumo basado en la mejora de los salarios y el aumento del empleo público.

Este país triplicó su Producto Interior Bruto «per capita» durante la última década y actualmente pretende duplicar las rentas agrarias en los próximos cinco años; también ha incrementado significativamente el gasto en infraestructuras y mejoras en los enlaces de sus transportes.

Estas expectativas suponen una oportunidad de oro para las grandes empresas, sobre todo para las dedicadas al desarrollo de infraestructuras, energía y maquinaria, aunque también se beneficiarán las suministradoras de ciertas materias primas y productos acabados.

Entre las empresas españolas que ya han puesto en India su objetivo destacan: Abertis, que ya viene operando en la región con inversiones en autopistas; Acciona, primera empresa en implantar un parque eólico en India dónde opera su filial Acciona Energy India; Sacyr, a través de su filial Sacyr Construcción, cuyo negocio en la construcción de carreteras ya comenzó en 2013; Gamesa, que también lleva años con contratos en el país, prevé ahora aumentar su negocio en el área de infraestructuras y energías; Abengoa está presente en el país, en el que opera mediante Abeinsa Business Developement.

Otras compañías españolas con presencia actualmente en la India son Acerinox y Acelor Mittal, Inditex, Ebro Foods, Grupo San José, Indra, Prosegur y otras que se están implantando ahora. Todas ellas podrán obtener grandes beneficios en el nuevo ciclo de expansión del país entre las que no hay que olvidar los casos de CAF y TALGO.

Es una perspectiva muy interesante para las grandes empresas y los potenciales inversores; también un nuevo terreno en el que obtener grandes beneficios especulativos. Pero cabe preguntarse en qué medida puede repercutir el crecimiento económico indio en el de nuestro país.

Las nuevas zonas de expansión económica en países poco desarrollados dieron lugar a la deslocalización de muchas empresas que cerraron sus centros operativos en nuestro país, dejando atrás un reguero de desempleo y empobrecimiento que España tuvo que asumir con cargo a su bienestar social, sin embargo los beneficios de esas deslocalizaciones, muchas veces subvencionadas con dinero público para ayudarlas a expandirse, se quedaron en muy pocas manos.

Es hora de que los Gobiernos se replanteen los efectos de la globalización porque la deriva que se viene observando es la desaparición de la clase media, la concentración de la riqueza cada vez en menor número de manos y, la expansión de la pobreza a velocidad de vértigo en las sociedades tradicionalmente desarrolladas.

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