Opinión

Suspenso en la regulación laboral

SEGÚN LA última clasificación de Libertad Económica Mundial del año 2013 España retrocedió dos posiciones en el ranking, pasando del puesto 47 que ocupaba anteriormente al 49, dentro de una lista de 157 países. Lástima que estos estudios tarden tanto en salir a la luz, porque sus conclusiones pueden tener poco que ver con la situación real tres años más tarde.

La información coeditada por Fraser Institute y Cate Institute, muestra que nuestro país acusó “la pesada estructura estatal y la regulación, sobre todo, del mercado laboral”; tampoco ha servido la agenda repleta de reformas encaminadas al saneamiento fiscal.

Es importante recordar que en el año 2013 estábamos comenzando a salir de la recesión técnica, creciendo un exiguo 0,01% en el tercer trimestre, tras el rescate bancario.

A juicio del presidente de la CEOE, “nos queda muchísimo camino por recorrer, pero falta impulso político”. No debería figurar España en el puesto 49 del ranking, cuando en la lista de países del estudio, nuestro producto Interior Bruto ocupa el número 13, manifestaba Juan Rosell.

Pese al retroceso en la clasificación, nuestro país mantiene el aprobado general en las cinco áreas objeto de evaluación de este índice, no obstante cabe señalar que fueron los campos que no dependen directamente de nuestra toma de decisiones los que obtuvieron mejores puntuaciones. Tal como destacó el presidente de Freemarket en la presentación del informe, “Es el BCE el que gestiona la política monetaria y tenemos un euro sólido”, y la buena nota obtenida en la libertad de comercio, señala que se trata de “otra competencia de la UE”, si bien los dos puestos retrocedidos por España en libertad económica, los imputan a la subida de impuestos de Mariano Rajoy. “Una posición derivada del aumento de los impuestos, de un tamaño del Estado que no se ha reducido y de un proceso de transferencias que se ha mantenido en los años de crisis”, explica Bernaldo de Quirós en la presentación del informe, patrocinada por El Economista.

En la regulación laboral, el estudio otorga a España un suspenso. La reforma laboral aprobada en 2012 no impidió que el paro alcanzase el 27,16% de la población activa. Cuando finalmente se atenuó la sangría laboral, los efectos positivos de la reforma no se vieron reflejados en nuestro índice de libertad económica en 2013. La puntuación de 4,5 en la regulación laboral nos relega al puesto 118 de los 157 países estudiados.

También suspende el Salario Mínimo Interprofesional y la propia CEOE se manifestó a favor de subirlo.

La regulación de la actividad empresarial nos sitúa en el puesto 123, “en fronteras que rozan con países africanos”, dice De Quirós. Veremos si con las 884 nuevas normas publicadas en 2015, (auténtico record mundial), obtenemos mejor nota en los próximos años.

Por último, el sistema jurídico se lleva la segunda peor nota de las cinco troncales, con un 6,44 de media, lo que nos sitúa en el puesto 39 de la clasificación. Las peores calificaciones corresponden a independencia judicial (3,67) y a imparcialidad de los tribunales (3,84).

Rosell atribuye el problema del sistema jurídico español a la elevada litigiosidad y a la lentitud de resolución. Lo que no se puede negar es que la reforma laboral dio bastante actividad a los Graduados Sociales y a la Jurisdicción Social.

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