Técnicamente se podría decir que soy una tía con suerte, si nos atenemos estrictamente a los premios. El último estoy a la espera de que me llegue a casa: unos auriculares Headphone BT Travel 6 ANC Black. Una monada que me viene piripintada.
Lo cierto es que ya andaba medio mosca porque hacía mucho tiempo que no me tocaba nada. Y eso en mí no es normal. Desde los 18 años participo en todo cuanto sorteo pasa por delante y no perdono ninguno. Tanto si es un viaje, como unos auriculares como si es una cesta de Navidad. Siempre cae algo, pero para eso hay que participar. Evidentemente.
Hay personas que siempre dicen: "A mí no me toca nada". Pues, claro, si no participas evidentemente no te va a tocar algo por arte de birlibirloque.
En esta ocasión, el premio ha venido de la mano de Reciclos, la app de reciclaje de plástico. Es por esos habitual verme por las calles cercanas a mi vivienda, o delante del periódico, escaneando el código QR de los contenedores amarillos, donde deposito mis envases a los que previamente he escaneado el código de barras. Y ya está.
Llevo así más de un año con más moral que resultados. Aquellos que me conocen y saben de mi querencia por los concursos, siempre me preguntan por qué lo hago y siempre contesto lo mismo: "A alguien le tiene que tocar".
Esa filosofía me ha llevado a ganar camisetas, DVD, cintas VHS y... ¡un viaje a Cuba para dos personas! Como lo oyen, fue por un cupón de una promoción de Forges en El País.
Me llamaron un día de San Fermín, cuando estaba recién operada de apendicitis y ponerme a pegar saltos —era lo que me apetecía— se me presentaba harto dificultoso so riesgo de que se me abriesen los 13 puntos que me cruzaban la barriga.
Y no fui la primera de la pandilla, a mi amiga Cris le había tocado otro viaje a Colorado con Marlboro. Ya ven: sí tocan.