EL TEMPORAL que ha azotado la Península estas últimas semanas ha tenido su influencia también en el mundo deportivo. Después de siete mandatos en el fútbol español, Ángel María Villar puede que no llegue a cumplir el octavo. Lo que no consiguió la guerra con Tebas, puede que lo consiga el Recre si se demuestra el trato de favor del presidente hacia el Decano. Al presi del fútbol español se le multiplican los frentes. A su permanente guerra con la LFP (a la que le ha quitado diez puestos en la Asamblea de golpe y porrazo) se le une la investigación del TAD. Quién le iba a decir a Villar que después de librarse del FBI, de Platini y Blatter, un equipo de Segunda B lo iba a poner en la cuerda floja.
Una ventisca que también han sufrido los equipos. Mientras el Madrid juega su baza predilecta, el regreso de los galácticos, con el fichaje de Roberto Carlos; en Barcelona no hacen más que entrar y salir de los juzgados. Mucho ruido y nada más. El vendabal se queda de momento en soplo de aire. Florentino vuelve a repetir la jugada que lo sentenció. El Barça con problemas judiciales, sí, pero vivo en las tres competiciones y Villar ya se ha asegurado el apoyo escrito de las federaciones territoriales para continuar con su proyecto como presidente en la sombra.
