LOS PROBLEMAS de los líderes locales con las redes sociales son nuestro pan de cada día. Es de temer que desde sus respectivas organizaciones no se han tomado la molestia de explicarles de qué va el tema, por lo que asumo yo esa responsabilidad. Se trata de indicar a candidatos y concejales sin experiencia (o con ella), qué es lo que no deben hacer cuando abren su muro de Facebook o su cuenta de Twitter. Los problemas se suceden sobre todo entre los partidos llamados emergentes, pues a pesar de que en sus estructuras cuentan con expertos en comunicación con gran dominio de las redes sociales, no sucede así con los centenares de nuevos cargos o candidatos reclutados en una tómbola.
1.- No cuelgue ni comparta fotos de gatitos con sombreros o dibujos de unicornios. Ni exhiba sus logros en Candy Crush. El ciudadano quiere líderes serios, no cursis o vagos.
2.- Si no sabe cuál es la postura de su partido ante un tema, pregunte antes de inventársela. No crea que porque usted forma parte de una organización política, todo lo que usted piense es asumido por el partido. No se las dé de ideólogo. No confunda a sus lectores ni a su partido, salvo que quiera que lo expulsen.
3.- No amplifique los errores de sus líderes. Bastante tienen ellos con tratar de arreglarlos como para tener a miles de cargos intermedios estropeándolo todavía más.
4.- No crea que su cuenta es personal. Si es usted concejal o candidato a lo que sea, nadie distinguirá entre opiniones personales y consignas de partido. Para quien lo lea, usted es concejal o candidato y habla como tal.
5.- No se meta usted en discusiones con lectores o seguidores. Nunca saldrá ganando. La otra parte sabe que no tiene nada que perder. Usted sí, y conviene que sea consciente de ello. Si se siente atacado, déjelo pasar. Si sus compis de partido tratan de salir en su defensa, impídaselo, o parecerán una manada de hienas.
6.- No ejerza de poeta, no vaya de sensible, no cuelgue esas canciones que sólo le emocionan a usted ni reproduzca esos chistes que le hacen llorar de risa. Si es usted ingenioso, demuéstrelo con moderación. Si no lo es, no lo intente. No sea ridículo. Tenga vergüenza.
7.- No envíe mensajes a su abuela muerta, en plan: Hoy hace seis años que perdí a un ser maravilloso. Abu, nunca te olvidaré. Piense que su abuela no lo leerá, precisamente porque está muerta, y a muchos lectores les parecerá una estupidez.
8.- Cuide su ortografía. Hay gente que todavía sabe leer y no soporta saberse representada por alguien que no sabe escribir. Existen los diccionarios, por increíble que parezca.
9.- No publique nada en horas de trabajo, sobre todo si tiene usted una dedicación exclusiva. Tampoco lo haga si está eufórico, indignado, borracho o drogado.
10.- Cinco minutos antes de que se haga público que irá usted en una lista, elimine sus cuentas y empiece de cero siguiendo este decálogo.
rodrigo cota
