Opinión

Ella (Silvia Díaz)

Silvia Díaz. DAVID FREIRE
photo_camera Silvia Díaz. DAVID FREIRE

EL RESULTADO más paradójico de estas municipales puede ser el de Poio. Al poco de empezar el mandato que acaba, Silvia Díaz, en una muestra de coherencia y honradez, abandonó el gobierno del BNG, renunció a su sueldo y se sumó al proyecto de Marea. A mí me sorprendió un poco, tampoco demasiado, pues la conozco y sé que es mujer de carácter y de principios. Luego, una vez mi señora me pidió ayuda para registrarse en una web de Marea. Yo, que con estas cosas soy cauteloso, le pregunté a mi señora para qué quería darse de alta ahí, y ella me explicó que no quería darse de alta en ninguna Marea ni nada parecido, que lo que quería era darse de alta en Silvia. Ella le llama Silvia, a secas, sin apellido. Me explicó que estaba enamorada de ella y que quería registrarse en Silvia porque se presentaba a unas primarias.

No supe más de ella, de Silvia, quiero decir, pues de mi señora supe a diario, hasta que me enteré de que se presentaba a la alcaldía de Poio. Me refiero ahora a Silvia, no a mi señora, que jamás aspiró a ninguna alcaldía. Lo supe por ella misma. Por Silvia no, por mi señora, que un día apareció en el salón muy acaramelada y preguntó: "¿Sabes quién se presenta a la alcaldía de Poio?". Nito, supuse yo, y ella me dijo: "No, Silvia" y se puso a bailar mientras besaba a una persona imaginaria que, deduje yo, era Silvia Díaz.

Me olvidé otra vez de ella, (de Silvia), durante un par de meses hasta que en la noche del recuento, mientras estaba yo pendiente de los resultados de Pontevedra, entró sin llamar en mi despacho. Me refiero ahora a mi señora, pues Silvia jamás pisó mi despacho. Gritaba y saltaba como una adolescente (mi señora) y me dijo que ella (Silvia) había salido concelleira y que eso la convertía en una persona feliz (a mi señora), pues la buena mujer (Silvia) tenía la llave de la alcaldía y que había sufrido mucho (mi señora) porque lo había pasado muy mal (Silvia).

Luego me dijo que se había pegado un batacazo (Nito Sobral) y que la tradicional alianza con su antigua aliada (Chelo Besada) ya no era suficiente y que ella (mi señora) ya sabía que algo así podría suceder y que el "moreno" (supongo que Ángel Moldes) tenía tantos votos como ella (Chelo) y él (Nito), que eso la convertía (a Silvia) en la guardiana de la alcaldía, y que lo que tenía que hacer ahora (Silvia), era hacerle caso a ella (Chelo), y pactar con él (Nito) y no con el otro (Moldes).

Porque, continuó (mi señora), ella (Chelo), ella misma (mi señora) y ella (Silvia) tendrían que estar de acuerdo en que si él (el moreno), trataba de impedir un acuerdo con el otro (Nito), ofreciéndole el oro y el moro (a Silvia), debería rechazarlo y limar asperezas con ella (Chelo) y sobre todo con él (Nito), pues una alianza contra natura (con Moles) no le traería nada bueno a él (el pueblo de Poio).

Y que si ella (Silvia) mantenía diferencias ideológicas con él (Moldes), como las mantenía con el otro (Nito), debería pensar antes que nada en su bien (el de mi señora) y en el de ella (Galiza) y anteponer su bienestar (el del pueblo de Poio) al suyo propio (el de Silvia) y no traicionarla (a mi señora) aliándose con él (Moldes). Por tanto lo óptimo sería que ella (Silvia) reflexionara y hablara con ellos (Nito y Chelo) y que si eso le generaba dudas, pues que allí estaba ella (mi señora) para resolver cualquier cuestión que le plantearan ella (Silvia), él (Nito) y la otra (Chelo).

Siguió diciendo que si alguien se interponía en su camino (el de mi señora) ella misma (Chelo) podría encargarse de él (el moreno) y hacerle ver que ella (Silvia) tiene que confiar nuevamente en él (Nito), y que si algún idiota (yo) no estaba de acuerdo, que se fastidiara, pues ella (Silvia) tenía ahora mucho más poder que ellos (Nito, Chelo y Moldes) y que la llave de la alcaldía estaba en su llavero (el de Silvia), lo que la convertía (a mi señora) en la mujer más fiel a ella (Silvia), y que ella (Silvia) tendría que negociar bien y posicionarse para enfrentarse a él (Moldes) dentro de cuatro años.

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