Opinión

Lores al Senado ya

Lores, con el bastón de mando en su investidura tras las elecciones de 2015. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Lores, con el bastón de mando en su investidura tras las elecciones de 2015. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

JOSÉ RAMÓN Otero es el candidato de Podemos en Pontevedra. ¿Quién es José Ramón Otero? No lo sé. No tengo ni idea, querido brother. Si lo supiera no estaría ahora preguntándoselo a usted. Si lo supiera lo diría, que para esto escribo en un periódico con miles de años de historia ofreciendo informaciones contrastadas.

Lo que aquí puedo contrastar es que José Ramón Otero es un señor, varón como todos los candidatos y candidatas, que me gusta emplear el lenguaje inclusivo sobre todo cuando no es necesario, que luce una barba canosa bajo un cabello envidiable, que es más bien tirando a fotogénico, diría que de rostro casi hermoso, que lo imagino de voz sonora aunque nunca la he escuchado. Así, como primera impresión, me genera simpatía.

Podemos se la juega en Pontevedra. En las Generales le pegaron un baño a los exsocios de los exsocios de sus exsocios. Me refiero a Marea, no vaya a ser que usted no lo entienda, brother de mi alma. Algunos de los ahora alcaldes de En Marea pueden perder el sillón a manos de los socialistas y empujados desde la izquierda por los candidatos de Ana Pontón. Otros lo conservarán aunque perdiendo posiciones. Las mareas gallegas se hunden. Se ha perdido el amor. La sombra de Beiras se pierde poco a poco y sus discípulos se encuentran pedidos, ay. La alianza fructífera, el Frente Popular diseñado por el mesías, se difuminaba desde el principio y ahora ha saltado por los aires. Ya no hay simbiosis, sea eso lo que sea.

En Pontevedra, la ruptura entre Marea y Podemos provocará una sangría. Puede que Luís Rei sobreviva, o que sea el que menos pierda. Para eso tiene a Tere Casal, la mujer a la que Rafa Cabeleira ha descrito acertadamente como a una especie de tigresa herida dispuesta a matar por sus nietos, hiriendo al adversario con una zarpa mientras con la otra ejerce de abuela que limpia moquetes.

Gane quien gane, ambas candidaturas saldrán perdiendo. Entre otras muchas cosas están demostrando que no han sido capaces de entenderse, de negociar, de repartir el capital político adquirido hace cuatro años. Y eso tiene a Lores contento. Marea lo privó hace cuatro años de la mayoría absoluta que tanto ansía, que probablemente merece de una vez y que hoy tiene otra vez al alcance de la mano.

La campaña avanza sin contratiempos, siguiendo el diseño programado por Lores, que aunque los demás no se den cuanta es el ingeniero que diseña las campañas suyas y de sus rivales. Él ha propuesto una campaña de baja intensidad y todos la han comprado, incluidos los de Podemos, que están haciendo menos ruido que un colibrí agonizante. En el resultado de la lucha entre Marea y Podemos, que sólo se juegan uno o dos concejales, se puede jugar el BNG su primera mayoría absoluta. Ellos, entre matarse o seguir el juego de Lores, han decidido, como hacen todos desde el principio de los tiempos, seguir las reglas de Lores. Qué ingenuos son todos, mimá.

El otro día me dijo uno de Podemos: "¿Por que carallo non madan ao cabrón de Lores ao Senado dunha puta vez?". En esa frase se resume la política pontevedresa, en la impotencia que sienten todos al luchar contra un rival invencible. Así es como se enfrentan a Lores: rosmando y deseándole la muerte por atropello o un acta en el Senado. Y esto lo mismo daba que lo hubiera escrito hace veinte años.

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