Opinión

La semana de los locos

Volodimir Zelenski saludando este miércoles al ministro español de Asuntos Exteriores, José M. Albares. EFE
photo_camera Volodimir Zelenski saludando este miércoles al ministro español de Asuntos Exteriores, José M. Albares. EFE

E sta fue una semana tan desconcertante y llena de despropósitos que uno no sabe por dónde empezar. Pues por Feijóo, que dijo que hay que eliminar inmediatamente los coches de más de 10 años. Yo me considero ecologista, así como mi señora y nuestros hijos, pero si Feijóo quiere quitarnos el Renault Megane, que venga en persona y nos vemos en la puerta del garaje. Que sepa que defenderemos al Megane con nuestras vidas si es necesario.

Llevamos toda la vida trabajando como mulas para hacernos con ese pequeño patrimonio, que es cuanto poseemos. También tenemos platos y esas cosas pero el Megane es nuestra joya de la corona y no se lo vamos a entregar a Feijóo ni a nadie para que lo convierta en chatarra. Por suerte para el PP, noticias como ésta y otras como las multitudinarias protestas en Madrid contra las políticas de Sanidad de Ayuso, que está loca, pasaron desapercibidas ante otras que acapararon las portadas.

Una, la desastrosa Ley del sólo sí es sí, que ha llevado a algunos jueces a rebajar penas a condenados por delitos de agresiones o violaciones. Dice la ministra Montero que eso es porque los jueces son fascistas y machistas y no se atienen al espíritu de la ley. Yo soy de la opinión de que las leyes no tienen espíritu. No tenemos espíritu la mayoría de las personas, lo van a tener las leyes. El lío que tiene montado Montero nace entre algunos de los suyos y llega a todos los rivales, sean socios o no. Algunos reconocen abiertamente que se ha cometido un error y que hay que subsanarlo cuanto antes y los más fieros piden su dimisión.

Esa ley se tramitó a raíz del asunto de La manada, y resulta que uno de los miembros de ese grupo de violadores puede ver reducida su pena gracias a la ley que él mismo provocó. No tiene ningún sentido, pero así queda la cosa de momento. Si hay jueces fachas, que los hay y son legión, no les entregue usted una ley espiritual que les permite proteger al violador y no a su víctima. Fin del asunto.

Y luego estuvo lo de Zelenski, empeñado durante días a negar la evidencia de que fue su misil el que cayó en Polonia. Otro tarado, que se puso a exigir a la OTAN que entrara directamente en la guerra, que metiera tropas en Ucrania, que utilizara todo el arsenal de Occidente contra Rusia. Estuvo circulando en las redes un proverbio turco que viene diciendo que si mete usted a un payaso en un palacio, no se convierte en rey; el palacio se convierte en un circo. Cuando EEUU , la OTAN, y la propia Polonia aseguraban que el misil era de Zelenski, seguía el tío empeñado en que no.

Yo qué sé, pero no me parece un socio fiable, qué quiere usted que le diga. Se cree el rey del mundo y muchos lo están abandonando. Nueve meses mandando dinero, suministros y armamento son muchos meses. Eso nos está costando una fortuna. Por mucho menos armábamos al pueblo palestino, al saharahui y al yemení, todos ellos juntos y tres o cuatro más que están siendo invadidos, algunos desde hace décadas. Desde la caída de Jersón los frentes apenas se mueven y si esto va para largo acabaremos todos hambientos para financiar al Toni Cantó de Ucrania. A mí me da miedo. Me recordaba el viernes Rafa Cabeleira que cuando empezó la invasión yo pronostiqué que Ucrania caería en cuatro días. Yo pronostico fatal y lo demuestro cada semana, pero no sé qué escenario es el mejor, si éste o el que yo predije. Cada día mueren soldados, chavales a los que la guerra no les importa nada, y civiles; pronto llegarán los muertos de frío, de hambre o de sed.

El lío que tiene montado Montero llega a todos los rivales

Ya sé que Rusia es la invasora, qué quiere que le diga. Putin es otro loco imperialista, como todos los presidentes que han tenido los EEUU , pero ya hay voces entre expertos norteamericanos con responsabilidades políticas o militares que dicen que hay que ir pensando en una salida negociada porque a pesar de los avances ucranianos, una derrota militar sobre Rusia es imposible y una campaña larga es económicamente inviable para todos los países que están soportando esa carga. Algunos están hartos de las incesantes exigencias de Zelenski, que pretende erigirse en líder de todos los demás y eso no se lo van a consentir.

El tío, en su circo, sale a diario a la pista a actuar, a cosechar aplausos y a hacer caja y usted y yo pagamos la función, todo ello mientras Feijóo nos quiere arrebatar el Megane. Está loco el mundo, pero mucho. Hace cuatro años, noticias como la del Megane, la de las manifestaciones contra Ayuso, las de la Ley de sí es sí hubieran durado días o semanas. Hoy se ventilan en minutos porque fuera de España se decide la actualidad española: en Ucrania, concretamente. Y eso mismo les ocurre a todas las naciones de Europa, que se juegan el futuro en Ucrania: pues o están decididos a doblar la apuesta, que espero que no, o que dejen de echar gasolina al conflicto, que obliguen a Zelenski a negociar en términos que sean aceptables para todas las partes involucradas y que dejen de enviar armas a cambio de un alto el fuego para negociar sin la presión de los misiles.

Y el Megane no se toca.

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