Opinión

¡25 años de servicio a Galicia!

No seré yo quien desmerezca trabajo alguno del que se desarrolla en la Delegación de Defensa en Galicia, pero si hay uno laudable es el de la gestión del objeto del convenio

Este pasado jueves día 18 de noviembre se celebró en la ciudad de La Coruña un acto muy emotivo, los 25 años de la Delegación de Defensa en Galicia.

Las Delegaciones de Defensa fueron creadas por el Real Decreto 2206/1993, de 17 de diciembre, con el fin de establecer una organización periférica unitaria del Ministerio de Defensa. Así se convirtieron en los órganos territoriales de carácter administrativo, para gestionar de manera integrada la actividad de los órganos del Ministerio de Defensa y Organismos Públicos adscritos al mismo, y liberar a las unidades operativas de las Fuerzas Armadas, (por ejemplo para que se hagan una idea, nuestra cercana BRILAT), de todas las responsabilidades administrativas y de gestión que no les sean propias para que entren sus esfuerzos en su preparación y adiestramiento para seguir garantizando nuestra defensa, cuidar de nosotros, y que podamos levantarnos cada día para desarrollar nuestra vida en democracia y libertad.

Pero sus responsabilidades no quedan ahí y, como bien decía el Coronel Bernal, Delegado del Ministerio de Defensa en Galicia en su alocución a todos los que tuvimos el honor de participar en dicho acto, un objetivo fundamental que da razón de ser a esta institución, es acercar la administración militar al ciudadano, para que así exista una “retroalimentación” entre la sociedad civil gallega en su conjunto y los distintos órganos y unidades que componen el grueso de las Fuerzas Armadas de España en Galicia.

Mediante este “feedback”, la Delegación de Defensa interactúa con todas las administraciones públicas, (Xunta, diputaciones, ayuntamientos), con las Universidades, con los agentes sociales, y diversa asociaciones de la vida cultural y social en Galicia, y precisamente fruto de esa colaboración, en 2020 surgió la posibilidad de firmar un convenio Ministerio de Defensa y Xunta de Galicia (comunidad autónoma pionera junto con Aragón, a la que se le irían sumando Andalucía, Madrid, Murcia, etc.), cuyo objetivo primordial era el de mejorar la cualificación profesional para una mejor reinserción laboral del personal militar no Permanente que, al cumplir 45 años debe volver a la vida civil, dejando su empleo de hasta entonces.

No seré yo quien desmerezca trabajo alguno del que se desarrolla en la Delegación de Defensa en Galicia, pero si hay uno laudable es el de la gestión del objeto del convenio, ya que estriba en una mejora de la empleabilidad de esas mujeres y hombres que, tras más de media vida entregados al servicio a los demás, (muchos de ellos participando en Misiones de Paz y arriesgando su propia vida), no pueden ser abandonados a su suerte al cumplir 45 años. Y de ellas y ellos, se está encargando especialmente a través de los servicios de reclutamiento de las subdelegaciones provinciales que están desarrollando un trabajo absolutamente extraordinario.

El “reconocimiento de la experiencia profesional” , (lo que internamente se conoce entre el personal militar como PEAC), a estos miles de personas gravita, en primer lugar, por el alto número que conforma este personal militar no Permanente de tropa y marinería; y tras consultar las estadísticas oficiales publicadas en la web del Ministerio de Defensa del Gobierno de España, les puedo decir que componen el 53% del total de nuestros 3 Ejércitos (65.719 personas), y con una edad media de 30,09 años. En Galicia tenemos casi un 10% de los mismos. Y de nuevo las mujeres son las más afectadas, porque al decidir ser madres, son las que menos promocionan al pretender alargar lo que se pueda la estancia en sus destinos. Y por otro lado, porque la experiencia profesional que tienen estos miles de mujeres y hombres es inmensa, además de haber sido sufragada por toda la ciudadanía a través de nuestros impuestos. Por ello esta inversión en talento y capital humano no puede caer en saco roto.

Tras la pandemia, en la que se volcó todo este personal participando en la “Operación Balmis”, el mundo cambió y la relación de oferta-demanda del mercado también; y aunque parezca una paradoja, en plena era digital las empresas no pueden seguir su ritmo de recuperación sin trabajadores que demandan en números importantes y a la de ¡ya!

Pues en este importante colectivo de personal militar no Permanente, tienen un buen manantial del que beber nuestras empresas, ya que las competencias profesionales que han adquirido estas personas a través de su trabajo en nuestras Fuerzas Armadas, suman en su currículum la práctica de cualidades tales como la lealtad, el espíritu de sacrificio, la discreción, el trabajo en equipo, el compañerismo, la entrega y la generosidad; y todo ello no hace sino, reconocerles como unos trabajadores extraordinarios y cada vez más demandados a su vuelta a la sociedad civil.

La Xunta de Galicia a través de la Consellería de Emprego les brinda la oportunidad de reconocerle la experiencia profesional a través de un título oficial, si es que no lo tuvieran; pero el trabajo en cada unidad y de forma constante y directa con su gente, es sin duda un pilar fundamental sobre el que se erige la Delegación de Defensa en Galicia.

De nuevo felicidades, y a cumplir muchos más; pero sobre todo gracias por vuestra dedicación y trabajo. ¡GRACIAS POR ESOS 25 AÑOS DE SERVICIO A GALICIA!

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