Opinión

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Desde febrero de 2020 no hemos dejado de recibir disgustos y malas noticias generadas en la falta de gestión del gobierno de España. Pero al fin este pasado 13 de mayo, como si de un milagro se tratase, el presidente Pedro Sánchez anunciaba la llegada de 13.000.000 millones de vacunas a nuestro país en el próximo mes de junio. Hasta aquí una "buena nueva" pero (porque siempre hay un pero), la vacuna que inundará a buena parte de nuestro país, sólo será la del todopoderoso laboratorio Pfizer.

Llegado este momento y dejando fuera de mis pensamientos cualquier idea partidista, que no partidaria ya que se trata de mi salud; yo me pregunto si en la mente de la flamante ministra de sanidad Carolina Darias y su jefe de filas va a seguir la intención de mantener en un callejón sin salida a los casi 2.000.000 de personas que estamos "en el purgatorio" tras haber recibido la primera dosis de Astra Zéneca. ¿La segunda para cuándo?

Ella dice que hay que esperar otra semana más y que se dirimirá en una reunión de todas las CCAA. ¿De verdad cree que es serio tomar la decisión de nuestra segunda dosis entre los políticos de un consejo interterritorial? ¿Está usted de broma? ¿Por qué no hace caso a los dictámenes de la OMS y de Agencia Europea del Medicamento, o incluso a las opiniones de presidentes de Comunidades Autónomas varias, basadas en lo debatido en sus consiguientes comités técnicoscientíficos, (no como ustedes), que reclaman seguir con la pauta de una segunda dosis igual que la primera?

Yo, gracias a Dios, tengo con quien asesorarme; porque en mi casa tengo a un médico reconocido por sus conferencias sobre desarrollo, seguridad y eficacia de vacunas en no pocos y diferentes países, mi hermano Ramón. Bien es cierto que son vacunas de alergias, pero el protocolo y método científico de investigación y ensayo es análogo, y me ha dicho que la segunda dosis de otra que no sea Astra Zéneca, no es lo más sensato en este momento. Y les voy a explicar el porqué de sus palabras.

En primer lugar, la complejidad de los medicamentos hace imposible que los fármacos sean universalmente inocuos, aunque los beneficios compensen con creces riesgos muy poco frecuentes. En segundo lugar, todas las vacunas anti Covid-19, son nuevas, y aun inoculadas en millones de personas, siguen siendo novedosas. En tercer lugar, existe una diferencia de base de desarrollo de las vacunas Covid-19; así la investigada por Pfizer y BioNTech (BNT162b2) está fundada en tecnología de ARN mensajero; y por otro lado, la implementada por Astra Zéneca y la Universidad de Oxford (AZD1222) está basada en ADN transportado en un vector viral (adenovirus)

Por ello uniendo dichas afirmaciones, y ante la necesidad de un período de tiempo más largo para "cohabitar" y analizar de forma científica los efectos secundarios, es más seguro que aquellas personas que hemos recibido la primera inoculación con Astra Zéneca, recibamos la segunda dosis de la misma. Y como ejemplo me puso el ensayo británico publicado este pasado miércoles en The Lancet, donde se han incluido 1.050 personas demostrando que hay más efectos secundarios (dolor de cabeza, malestar general, fiebre, dolor osteo-muscular) pero no riesgos vitales, que ya es importante, pero hay que valorar otras consecuencias económicas y de salud valoradas en este estudio en términos de pérdida de productividad y por bajas laborales. Por otro lado hay que tener en cuenta que la presencia de efectos secundarios con la segunda dosis de Astra Zéneca es mucho menor a la de Pfizer. Incluso el número de trombos en Reino Unido tras 4,4 millones de segundas dosis de Astra Zéneca es 10 veces menos que con la primera.

También consulté con él la idoneidad y validez del ensayo clínico "promovido" por el Gobierno de España a través del Instituto de Salud Carlos III, denominado "Combivac" y a realizar en 600 personas (con 1ª dosis de Astra Zéneca y ahora la 2ª de Pfizer); que al fin y a la postre son solamente 400 ya que 200 de ellas no van a ser inyectadas y serán usados como controles. Sinceramente para mí, que algo de estadística se tras 30 años de actividad laboral, sin tener conocimiento del método científico en medicina, me parece un número irrisorio, a lo que él me contestó que este estudio debería enfocarse como un ensayo equivalente a una fase 3 (estudio de eficacia y seguridad) por lo que confirma que, en base al número global de personas que forman el grupo poblacional al que va dirigido y las diferentes características demográficas y clínicas de éstas, el número de individuos en el ensayo se queda corto para obtener datos suficientemente robustos sobre los que tomar decisiones de intervención sobre personas en vida real.

Con todo lo que he expuesto hasta el momento, ahora juzguen ustedes, aunque les añado dos cuestiones, a mi juicio con falta de respuesta clara. La primera es la apuesta de "todo a una" desde el Gobierno de España por la vacuna de Pfizer; la segunda refiere a la campaña de desprestigio hacia Astra Zeneca. De la primera, espero no sea una pleitesía por el poder de esta grandísima empresa, y de la segunda "confío" que la aversión a la vacuna inglesa ahora también llamada Vaxzevria no sea por haber sido desarrollada en el Reino Unido, y ello, como consecuencia de haber protagonizado este país el BREXIT... Por lo que manifiesto esto de forma escrita ya que creo encontrarme en medio de una batalla a lo "guerra fría" siendo parte de los casi 2.000.000 de españoles que aún solo tenemos una dosis de Astra Zeneca, y de los que no sé si llegaremos a el tiempo pautado para la efectividad de la segunda dosis, lo que nos acarrearía no pocos problemas y nosotros no seríamos los culpables…

Pues nada, señora ministra de sanidad y jurista de profesión, "sigan ustedes en sus 13" haciendo caso omiso de lo que dicen los científicos y los organismos internacionales de salud y medicamentos, y sigan con conveniencias y connivencias políticas, porque nos va a ir "de maravilla"…

No olviden las consecuencias de las bravuconerías, porque ya sabemos lo que ocurrió con Leónidas al conducir a aquellos 300 espartanos a la fatal batalla en el paso de las Termopilas. Espero que la osadía de este gobierno haya pensado bien y en primer lugar, en la salud de esos 600. 

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