Opinión

¡A la una de la tarde!

NO ERA un día más… Era jueves, 26 de abril de 2018 … No era una hora cualquiera, eran las 13 horas, así comenzó el tormento, ¡a la una de la tarde!

Se inicia la lectura de la sentencia a 5 nauseabundos seres, ¡culpables!, pero sin querer o sí, arrastraron con ellos, como aquella madrugada del 7 de julio de 2016, a C. de Coraje.

He de confesar que al conocer el fallo judicial lo primero que sentí fue estupor, seguido de un cóctel nauseabundo de incomprensión, ira, rabia, repugnancia, aversión, váguido y asco.

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra declaraba a los 5 sujetos ¡culpables!, sí, pero con una aplicación de penas más típica de un saldo “mid season”, que lo que la gravedad de los hechos comprobados merecía.

Antes de seguir, volver a reiterarte C. de Coraje, exactamente igual que lo hice el pasado 20 de noviembre en un artículo escrito en este mismo periódico, mi apoyo, que es el de millones de personas que te creemos, y que somos conscientes que cuando se dice ¡NO, ES NO!

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra declaraba a los 5 sujetos ¡culpables!, sí, pero con una aplicación de penas más típica de un saldo 'mid season'

Y llegado este punto me quiero dirigir de forma especial al magistrado González, el cual con su voto particular les absuelve del delito del que se les acusaba. Y a una que no es jurista, le es muy difícil “digestionar” el porqué de esas, sus afirmaciones y fundamentaciones, cuando el del representante del ministerio fiscal, al que no considero lego en la materia y supongo aplica el mismo Código Penal que usted, fijaba la pena en 22 años; también muy lejos de 9 que se les adjudicó por el Tribunal a cada uno de esos 5 seres.

Y por cierto, señor magistrado, el lenguaje corporal a veces expresa mucho más que una palabra; y una joven frente a 5 bestias que la doblan en tamaño, si no sintió dolor, puede ser por dos causas: la primera de ellas porque es una súper heroína, caso que de haber sido así, se hubiese deshecho de los 5 en un “santiamén” como en los cómic de Marvel; la segunda, se debe a las consecuencias del inhumano ultraje a la que fue sometida, que sin duda alguna, la desposeyó de su humanidad y de reflejos, reduciéndola en ese momento a un trozo de carne que se pasaban unos a otros como si de una pelota se tratase en un terreno de juego. Pero de un juego asqueroso y putrefacto, diseñado con anterioridad a la fechoría, por esos mismos 5 despojos humanos.

La pareja de jóvenes que la encontraron tras la incalificable vejación, los policías que allí se personaron, así como el cuadro médico que la atendió, sí testimoniaron lesiones físicas, pero parece ser que no han sido suficientes para declarar agresión sexual, en vez de abuso como la sentencia dictamina.

Es decir, vienen 5 energúmenos contra ti, y ¿cómo se debe actuar?, veamos: Escenario A, te mueres de miedo y pensando aún en consecuencias peores no ofreces resistencia porque ya ni eres tu; pero claro algunas personas de la peor ralea atisban comentarios tales, “es una facilona, y una golfa, se lo buscó por su actitud”, y a continuación, un Tribunal sentencia “sin presentar defensa alguna, es solo abuso sexual, y les caen 9 años a los agresores”. Escenario B, opción 1: tienes un miedo atroz y te resistes, entonces si tienes suerte te mazan a golpes, te violan pero te dejan viva y violada de por vida (como si en el escenario A no lo hubiesen hecho, en fin…), luego, el Tribunal sentencia violación, aunque tuviste que ser tú, la víctima, la que tuvo que demostrarlo; escenario B opción 2: no tienes suerte, te violan y te matan, seguidamente, el Tribunal dicta homicidio o asesinato, pero claro, a ti ya te da igual porque estas muerta, como le pasó a Nagore Laffage otra madrugada en las fiestas de San Fermín, 8 años antes que a ti.

Vamos a ser serios, y sin caer en un juicio paralelo en los medios de comunicación, en las redes sociales y en la calle, porque los millones de personas de bien que aborrecemos este terrorífico, tremebundo y asqueroso episodio, somos conscientes que el auto del Tribunal, no se atiene a las consecuencias incuantificables, así como las secuelas que le quedan a C de Coraje, y con las que tendrá que vivir el resto de sus días.

He contrastado opiniones sobre esta sentencia con juristas y con abogados penalistas, y no están de acuerdo con el dictamen. Espero que los recursos por parte de la única víctima de toda esta barbarie, tengan el tratamiento más completo; al tiempo que yo misma, al igual que muchos millones de personas, no pararemos de defender que la justicia debe reconocer los delitos contra las mujeres desde la defensa de sus derechos y no desde el cuestionamiento de las víctimas y sus testimonios.

C. de Coraje, ¡no estás sola!, ¡te creemos!, y por ello seguiremos reafirmando nuestro compromiso en la defensa de la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres, erradicando todos aquellos obstáculos que mermen los derechos de las mujeres y supongan situaciones de desigualdad. La diferencia de una condición sexual no implica desigualdad, sino diversidad y debemos dar respuesta desde todos los ámbitos incluido el judicial.

Desde aquí y desde donde pueda, clamo al poder legislativo un compromiso real y firme para abordar las reformas necesarias para que no vuelvan a darse situaciones como éstas, tal y como manifesté en la COPE este pasado viernes; ya que el sistema judicial debe proteger todos y cada uno de nuestros derechos, así como su ejercicio. Y lo que parece ya factible a saber desde lo anunciado hoy por el Gobierno de España, diciéndole que es un gran acierto, con la misma contundencia les pido que sean rápidos y categóricos en la reforma del Código Penal.

Sabemos, C. de Coraje, que las heridas de tu alma te siguen quemando como si el Sol te atravesase con el más dañino se sus rayos; y hemos sabido en boca de tu abogado, que quieres cejar en tu empeño de seguir adelante. Ni me imagino tu dolor, pero por favor, sigue, no te pares; por las que ya no están, por ti misma, y por las que puedan venir.

¡No estás sola!, ¡estamos a tu lado!, ¡vamos a por ellos!, ¡vamos a por todas!, porque lo inhumano es lo que tuviste que sufrir tu ya no aquella noche, que también, sino lo que corrió por tus venas, por el tuétano de tus huesos, y lo más duro, lo que ha sacudido tu alma al conocer la sentencia este pasado jueves, ¡a la una de la tarde!

Comentarios