Opinión

A ti, C de coraje

ESTE ES quizá uno de los artículos de opinión más complicados que he escrito hasta ahora, ya que las vísceras se me revolvieron como nunca, provocando una concatenación de sensaciones nauseabundas hacia los “presuntos” agresores sexuales que, aquella madrugada del 7 de julio de 2016 en las fiestas de San Fermín, a la caza de una presa con el único objetivo de hacer daño para divertirse (aunque para mí este verbo tiene un significado bien distinto). Allí, estos seres incalificables sellaban de la peor de las maneras posibles, en el cuerpo y en el alma de una joven de 18 años llamada C., una marca imposible de borrar para el resto de su vida.

A ti C, de coraje, te dedico estas letras por ser valiente, por denunciar, por hacer valer tu testimonio, tu dignidad; y lo hago para asegurarte que no estás sola, que te creo, y que te apoyo.

Que somos muchos millones de personas contigo, apoyándote a ti, C de Coraje, y que aunque no podemos estar en tu piel, esa piel que “presuntamente” (esto por ahora debo incluirlo al referirme a tan desgraciado hecho), fue sobada, manoseada, golpeada, mancillada, ultrajada y, ¡qué sé yo! cuantos otros adjetivos calificativos de la peor calaña se pueden adjuntar a tan terrible suceso, quiero que sepas que aquí nos tienes, aquí me tienes.

Desde que ocurrió lo que nunca había de haber acontecido, he seguido la información que se facilitaba a través de los medios de comunicación. Pero esta semana especialmente, pretendiendo estar al día de todo lo que se publicaba coincidiendo con el desarrollo del juicio, quise dar un paso más, documentarme y consultar con compañeros periodistas que conocen de este caso mucho más que yo, y he de confesar que minuto a minuto, cada vez que me llegaba una nueva información, me desmoronaba como persona, como ciudadana de un estado de derecho, y como no podía ser de otra manera, como mujer.

He tenido acceso a videos, fotografías y conversaciones de whatsapp de estos monstruos, conversaciones previas al viaje a los sanfermines. En ellas estos sujetos se definen por sí solos ideando violaciones, abasteciéndose de drogas que anulan la voluntad de las personas, y programando todo tipo de barbaridades para su único e incomprensible regocijo. No me lo he inventado, de fuentes de toda confianza las he leído y visto, lo que ocurre es que me da vergüenza transcribirlas. Y como me imagino que el juez instructor tendrá en su mano más información que cualquiera de nosotros; le ruego encarecidamente, señoría, que valore en sus posibilidades toda la documentación existente y que la tome en consideración. Por desgracia, no lo tengo nada claro habiendo visto que, usted ha admitido un informe que supone de nuevo, la violación de la intimidad de la vida diaria de esta joven.

Es cierto que, en España, todos tenemos derecho a una defensa en base al estado libre, democrático y sometido al imperio de la Ley en el que vivimos, y ahora me dirijo a usted señor letrado de la defensa, porque teniendo conocimiento de la información al completo de las fechorías de esos cinco desalmados, me parece de lo más ruin, bochornoso, insensato e incalificable, basar su estrategia culpando a la víctima. Evidentemente no soy juez, ni pretendo ejercer como tal. Simplemente opino como ciudadana de a pie que no entiende cómo podían campar a sus anchas por España entera, cuatro de los cinco engendros de 'La Manada' cuando estaban inmersos en la investigación de un procedimiento judicial por un hecho tan deleznable como similar al de Pamplona, pero acontecido dos meses antes en Pozoblanco. Por cierto, dicho juicio de abusos a otra joven, se aplaza para 2018 porque la citada investigación está pendiente de los informes de peritos forenses. Yo he visto las fotografías de los abusos. Les confieso que mis entendederas no dan crédito a lo que está pasando. Lo siento, debo ser muy corta.

Porque no hay derecho a lo que está pasando, y esto es un compendio de desatinos conjugables desde muchos verbos y terminaciones posibles, pero que solo tiene un incomprensible denominador común en nuestra sociedad democrática del siglo XXI, el machismo.

Para todas las personas que necesiten una explicación, que por desgracia las sigue habiendo, cuando una mujer dice NO, es NO, aunque a veces ese NO como en una agresión brutal como la de Pamplona, esa negación consista en cerrar los ojos, no resistirse ante el horror para no sufrir más daño, ni en el cuerpo ni en el alma, y simplemente contar los segundos que se eternizan como siglos, para que lo insufrible se acabe ya.

Nunca olvidemos que un delito como el de violación se comete cuando se desoye ese NO, sea dicho por una prostituta, por una mujer vestida como le venga en gana, por una noctámbula, por una drogadicta, por una mendiga, por una alcohólica, por tu compañera de trabajo, por tu amiga, por tu médico, por tu abogada, por tu esposa, por tu pareja… No se violan circunstancias, se viola a una mujer.

La condición moral de esa mujer agredida, sus costumbres y sus conductas, no son relevantes, lo relevante es la persona sea cual sea su condición. Conmigo siempre podrán contar quienes lo necesitan, y en especial la víctimas de tortura y depredación sexual.

Y por eso he dejado escrita mi opinión al respecto, y en un medio de comunicación importante y público, porque quería que supieras que te apoyo, que estoy contigo, y que te creo a ti, C. de coraje.

Comentarios