Desde el año 2005, ADIF, (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias), es la entidad pública empresarial que, dependiendo del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, tiene como objetivo la construcción de líneas de ferrocarril y la gestión de su explotación. Desde 2021 bifurca su gestión, por un lado, en los 11.780 kilómetros de vía y estaciones de ferrocarril convencional y, por otro, la Alta Velocidad que se hace cargo de 3.762 kilómetros de vía y 46 estaciones destinadas al ferrocarril de alta velocidad.
Pues bien; ¿por qué este ensañamiento con Galicia ante la alta velocidad?
A mí se me ocurren muchas respuestas a esta pregunta; para empezar, porque en Galicia gobierna el Partido Popular, por cierto, de muy buena mano con el presidente Rueda y, saben ustedes que no soy de regalar oídos. Además, se me ocurre otra, Galicia es la comunidad que ha sido gobernada por Feijóo con 4 mayorías absolutas consecutivas, ahora "jefe de la oposición" en España, cuya formación que preside, no deja de crecer encuesta tras encuesta; excepcionalmente en los datos del "CIS de Tezanos", profesor del que tanto aprendí y, cuyo proceder, me sigue dejando ojiplática…
¿Serán estas entre otras las «causalidades» para que el gobierno de Sánchez, nos tenga "a los pies de los caballos" en lo que a la alta velocidad se refiere?
El pasado domingo, uno de los periodistas independientes de mayor calado en España, Alberto Barciela Castro, escribía un post en sus Redes Sociales que, tras haberle pedido permiso, transcribo literalmente: "No se debe tolerar que los enlaces de los trenes que llegan a Ourense para enlazar con el AVE arriben a un andén distinto al tren de alta velocidad. No hay escaleras mecánicas y en el ascensor malamente caben dos pasajeros con maletas. Doscientos pasajeros o más, con problemas o no de movilidad, con maletas grandes, no se trasvasan en diez minutos como si de ganado se tratase. Y todo por culpa de la incompetencia, del boicot político o de los trenes AVRIL que no dan llegado".
Suscribo cada una de las palabras y la afirmación "al completo", como usuaria "a diario" de transporte público combinando autobús y tren; y si lo del autobús es para desesperarse en tren, no lo es menos.
En lo que respecta a la Alta-Velocidad, de nuevo hacer dos consideraciones. La primera por su nefasta gestión de las estaciones referencia en Galicia, en primer lugar, en la de Orense, tal y como manifestaba el periodista Alberto Barciela y, en segunda, no por ello menos importante, la de Santiago de Compostela, en donde es una vergüenza lo que pasó en pleno Xacobeo (en donde esta ciudad se convierte en uno de los 3 epicentros de peregrinación en el mundo cristiano, junto con Jerusalén y Roma), y en donde deshicieron la comunicación directa entre la estación de autobús y de tren, unidas a través de la pasarela de la "intermodal" por un ascensor y escaleras que evitaban la salida a la calle del Hórreo y tener que "trastear" con maletas, además del tiempo lluvioso que suele caracterizar a la capital de Galicia.
Y por si este desatino no fuese suficiente, anulan el ascensor que comunicaba la salida de la estación de tren con la calle del Hórreo, lo que dificulta el tránsito de personas con movilidad reducida, personas mayores o personas que portan maletas, las que se ven avocadas a bajar y subir unas escaleras complicadas o tener que desembolsar un gasto añadido a su viaje al tener que depender del servicio de taxi, que por cierto, en el ayuntamiento de Santiago de Compostela ha aumentado considerablemente su bajada de bandera desde el inicio de 2023. Y todo ello debido a unas obras para "embellecer" el entorno de la estación de tren (propiedad de ADIF) y volver a establecer conexión con la de autobús, para que su funcionalidad vuelva a ser la completa "Estación Intermodal". ¡Ya…! Pero para ello tendremos que esperar casi 2 años…
A las deficiencias en las estaciones hay que añadir la incomprensible demora en la dotación de los trenes AVRIL y el consiguiente incumplimiento del Gobierno de España con la población gallega. Nos vuelven a tratar como ciudadanos de «segunda», los que seguimos siendo perjudicados desde décadas, ya que, necesitamos que la alta velocidad llegue ya a las ciudades de Vigo, Pontevedra, Santiago y A Coruña, alargando la espera por el AVE desde finales del siglo pasado… pero, de nuevo el Gobierno de España sigue sin concretar un cronograma para que esos trenes de rodadura desplazable estén funcionando en nuestra comunidad autónoma. Para "muestra un botón", las últimas declaraciones hechas por la secretaria de Estado de Transportes, llenas de dudas de cuándo podrán estar operativos esos trenes AVRIL sin concretar si será la finales del verano o a principios de otoño de este 2023 cuando lleguen a Galicia. En todo caso, todo parece indicar se demorará más de un año del plazo comprometido por el Gobierno.
Si todo lo expuesto no fuere suficiente, otro tirón de orejas a RENFE, la propietaria de los trenes y encargada de su circulación. Para empezar, porque los horarios de los trenes de "media distancia" y «regionales» entre la línea "Vigo-Santiago" y "Vigo-La Coruña", se retrasan todos los días. Se lo aseguro porque yo voy en ellos.
Y les cuento otro abandono vergonzoso que sigue sufriendo el ten en Galicia. Me refiero a un viaje que tengamos que hacer desde Pontevedra a Ferrol; ya que este pasado jueves yo tenía una reunión a las 10 allí, y viajar en tren ha sido imposible porque no hay trenes ni combinaciones posibles, a no ser, como en mi caso que "un buen samaritano" me vino a buscar la estación de ferrocarril de La Coruña para llegar en tiempo y forma. Por no dejar de mentar que si queremos o necesitamos hacer este viaje, por los horarios de transporte y espera, en el trayecto más corto llegamos antes en avión desde Santiago a Edimburgo… En el más largo, cruzaríamos el Atlántico hacia EE.UU. Y para viajar desde Pontevedra a Lugo en tren… ¡Más de lo mismo! ¡Que llegamos antes en el "tren de la bruja" o en el "Chú-Chú"!
Las gallegas y gallegos necesitamos soluciones a nuestros viajes en tren ¡YA! No podemos consentir que el Gobierno de España nos trate como ciudadanía de "segunda"; pagamos impuestos igual que el resto de las autonomías; así que no podemos estar "ADIF-rencia de otras…".