Opinión

¡"Astra" la coronilla!

Harta, muy harta de la falta de enjundia certeza y seriedad en el trabajo de organizaciones supranacionales tan importantes en estos momentos como la Unión Europea y la misma ONU, (en las que hasta hora creí); pero llegado este punto las mandaría de buena gana a un sitio que por educación no transcribo

Este pasado miércoles 7 de abril asistí estupefacta al enésimo cambio de criterio de este "nuestro gobierno", al que culpo en parte de mis desvelos. Aunque sin duda a los que mandaría "a paseo", es la pandilla de ¿incompetentes o interesados?, además de "apoltronadas y apoltronados" del desgobierno de la perdida Unión Europea, a los que añado a los dirigentes de la organización Mundial de la Salud, a sueldo de la agonizante ONU. Pero ahí siguen, "LOS HUNOS Y LOS HOTROS", que diría el gran Don Miguel de Unamuno, sirviendo a los intereses de los que les proponen y mantienen rindiendo pleitesía, presuntamente, al más poderoso de todos, el caballero "Don Dinero".

Harta, muy harta de la falta de enjundia certeza y seriedad en el trabajo de organizaciones supranacionales tan importantes en estos momentos como la Unión Europea y la misma ONU, (en las que hasta hora creí); pero llegado este punto las mandaría de buena gana a un sitio que por educación no transcribo, porque esta gente con sueldos monumentales que cualquier ciudadano de a pie tendría que vivir con suerte 10 vidas para conseguirlos, en vez de velar por la salud de las personas que tienen bajo su responsabilidad, parecen jugar con nosotros como si fuésemos "trastos para la basura". Qué listo ha sido el Reino Unido con su Brexit para salir de la UE, que con el tiempo lejos de perjudicarlos, les va a colmar de ¡"exit"-ó!

Esta semana leí un post de un amigo, (que de comunicación sabe un rato), y su crítica a la servidumbre de los gobiernos que a la mínima se pliegan a las informaciones de los gabinetes de comunicación de las grandes farmacéuticas, y ciertamente me da la sensación que operan a golpe de talonario lobbyario (término que me acabo de inventar pero deja clara la posición de los mandamases de las grandes organizaciones internacionales), en vez de tomar en cuenta la opinión de los científicos DE VERDAD.

Yo tengo un cabreo monumental ya que soy de esas casi 3.000.000 de personas que en España ya hemos recibido nuestra primera dosis de AstraZeneca. ¿Y ahora qué?, porque no me extrañaría que volviesen a cambiar de criterio en breve, lo que está dañando no sólo a nuestra salud física, sino a la psíquica; sinceramente, ¡NOS ESTÁN VOLVIENDO LOCOS!

Les cuento esto porque siendo yo una persona nada hipocondríaca y bastante serena en esto de los medicamentos, me estoy empezando a revolucionar; y no es culpa de los anticuerpos astrazenecanos que ya campan a sus anchas por mi cuerpo (eso espero), tampoco por los efectos secundarios de los mismos (que no he tenido alguno); sino debido a la confusión, la contrariedad, la desazón, y la furia correspondiente de la «sobreinformación» dada, (que siempre digo casi es peor que la falta de ella), a través de todos los pasquines, libelos, informativos y «desinformativos» varios, programas de socialitè, y tertulias de personajes que de esto saben NADA, y que con sus «opiniones varias» soliviantan a diario al personal, asustándolo y sumiendo a no poca parte de la sociedad española (que es la que me importa), en una situación de ansiedad que no se merece; y que no poco vapuleo ha sufrido con múltiples cambios de criterios en usos y costumbres sanitarias diversas en este año y pico que llevamos de pandemia COVID-19.

Ahora me entero que la UE está barajando la posibilidad de iniciar negociaciones para adquirir la vacuna rusa Sputnik V, y gobiernos como el alemán y el español no cierran esa posibilidad. ¿De verdad que se la van a jugar con una vacuna sin tener en cuenta que sólo fue testada en 38 voluntarios antes de pretender inocularla millones de rusos, y de la que no hemos tenido información de los efectos secundarios y fallecimientos, debido al hermetismo del régimen de Vladímir Putin? Y añado, el 50% de la población rusa ha manifestado no querer ponérsela, por lo que hasta el momento solo un 5% ha sido vacunado. ¡Miedo me da!

Sigo en un "suma y sigue", entre una mezcla de angustia, desinformaciones cruzadas, desconocimiento, falta de rigor científico y tomadura de pelo. En lo que a mí respecta, como creo a esos 3.000.000 que hemos recibido la primera dosis de AstraZéneca (desde el 25 de marzo denominada Vaxzevria), nos interesaría saber la verdad de todo este galimatías, aunque me «da la espina» que, presuntamente, todo se debe a los intereses económicos de las farmacéuticas más grandes del mundo con Pfizer a la cabeza.

Quizá sea extenso este artículo, pero quiero que tengan toda la información que no es nada fácil encontrar, en especial en lo que se refiere a los precios reales de las vacunas sometidos a una cláusula de confidencialidad en los contratos con la UE, sin dejar de mentar que no todos los gobiernos pagan lo mismo. La opacidad de estos contratos no es unidireccional, y a menudo los países y organizaciones supranacionales que los firman la agradecen, ya que nadie quiere ser señalado si obtiene mejores o peores precios que su vecino. Y después nos obligan a la ciudadanía a dar ejemplo de transparencia en nuestros actos, mientras ellos a lo suyo, ¿los intereses económicos?; porque a pesar de las masivas inyecciones de dinero público recibidas por las farmacéuticas para la investigación de las vacunas Covid-19, todo el poder a la hora de asignar los precios está en sus manos.

Les dejo estos datos aproximados de precios de las vacunas más conocidas para que juzguen ustedes. La más cara es la de Moderna 14,6€, seguida por la de BioNTech-Pfizer 12€, Sputnik 8€; Johnson&Johnson 6,9€ y AstraZeneca-Oxford-Vaxzevria 1,78€.

¿No les parece a ustedes, cuanto menos extraño, el ensañamiento con la vacuna más asequible?; a mí sí, y mucho; teniendo en cuenta que los efectos secundarios se producen en todas ellas, como en todos y cada uno de los medicamentos que usamos a diario, y que si leemos los prospectos, como la Aspirina, nos podemos echar a temblar, ya no les digo más.

Más de 34.000.000 de personas en el mundo hemos sido vacunados con Vaxzevria, y los casos de efectos secundarios contabilizados como graves son 225, un número ínfimo; y de todos esos casos los fallecidos han sido contados, aunque si nos toca a uno de nosotros o cerca los números no existen, para su tranquilidad les aseguro que siempre es mayor el beneficio de estar vacunado que no estarlo.

Yo espero con ansia mi segunda dosis de la misma vacuna, es más, la solicitaré bajo mi responsabilidad. Hasta entonces muy cabreada, con perdón, por estas idas y venidas de los que nos tienen que proteger, y que parece que se les ha olvidado.

Y para arrancarles una sonrisa, que falta hace, les digo que a mí «"os mandamás" a día de hoy, me tienen ¡"Astra" la coronilla!

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