Opinión

De viajes... va la cosa

ALGUNA que otra vez me he preguntado sobre la posibilidad de experimentar o haber experimentado un ejercicio de habilidad extracorpórea, es decir, la posibilidad que mi conciencia salga del cuerpo físico y viaje a otras dimensiones de la realidad, como por ejemplo, a través de "un viaje astral". 

No pocos estudiosos en la materia aseguran que los humanos podemos llevar a cabo este tipo "de proyección" en nuestro estado de sueño normal, por lo que de manera instintiva sabemos hacerlo; y en más de una ocasión he leído que el punto de conexión con estas otras dimensiones es dada por un profundo conocimiento de uno mismo y por la destreza de controlar el acceso a la información que proviene de allí, útil para un bien superior.

No sé cual será ese "bien superior" para el que puede ser útil la información que llegaba a mí esta semana en los "duermevela" a través de los varios traslados a mi trabajo aposentada en el sillón de autobús correspondiente, donde me sumo en un estado de tranquilidad tal, que desconecta del entorno que me circunda; pero el sobresalto al despertar con la llegada del final de mi viaje, me hacía dudar de la veracidad de la información recibida desde los noticiarios que nos acompañan a diario desde la radio del vehículo en cuestión.

Por un lado, un líder republicano y nacionalista que hace honor a su apellido, "planta" a S.M. El Rey en el acto solemne de inauguración del curso político en la "casa de todos los españoles", el Congreso de los Diputados, y lo hacía en representación de las fuerzas políticas que le acompañaban, como JxCat, ERC, EH Bildu, CUP y BNG, generalizando a través de un comunicado denominado "Manifiesto Nacionalista", y a modo de sentencia que "No tenemos Rey", "la Monarquía no nos representa". Pues que quiere que le diga, señor Rufián, la Constitución Española que usted ha acatado (no sé con qué coletilla ni me importa), define a España en su artículo 1, como "un Estado Social y Democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político, y cuya forma política es la Monarquía parlamentaria". Entonces me pregunto, ¿qué hacen usted y sus "colegas" ahí, además de cobrar importantes emolumentos de un estado que no reconocen?

En la misma línea los diputados de la CUP no pretenden ir a su trabajo y pueden seguir cobrando… Y aquí no pasa nada, ya que he consultado el Reglamento del Congreso y para que un diputado electo cese (artículo 21), se dan diversas causas excepto la de "no me da la gana de ir". ¿Se imaginan ustedes haciendo cosa tal en su trabajo y seguir cobrando?, ¿a qué no?, pues esta "panda", ¡sí! Me queda el consuelo de lo dispuesto en el apartado 1 del citado artículo en donde versa lo siguiente, "en los casos en que así proceda, por aplicación de las normas de disciplina parlamentaria establecidas en el presente Reglamento". A ver si es así.

Suma y sigue, y mi consciencia no para de recibir una "sobreinformación " del viaje del Presidente del Gobierno de España a un país tal real como el "Avalon" artúrico, donde un inhabilitado diputado ejerce de "no sé qué", erigiéndose como un Jefe de Estado que recibe a otro (que tampoco lo es, porque el Jefe de estado en España es SM El Rey Felipe VI), con unas parafernalias protocolarias tales, que los que entendemos de esto como en mi caso, yo no he dejado de discernir si es verdad lo que llegó a mi cerebro o estaba en otra dimensión. Y ya no entro en la valoración del encuentro para no tener una migraña de grado superlativo.

Pero el galimatías que se instaló esta semana en mi cerebro no acaba con estos despropósitos, ya que en ese viaje realizado al "feérico estado" instalado en la cabeza del señor Torra y secuaces, se corona con el establecimiento de Barcelona como "capital cultural y científica de España", y la fatídica alcaldesa Inmaculada Colau como un nexo vital en el diálogo con esa tierra… En fin… Y cómo "éramos pocos, parió la abuela", y el presidente del Gobierno Autonómico de Aragón, (el socialista Lambán), reclama una capitalidad estatal compartida proponiendo a Zaragoza como sede del Ministerio de Transición Ecológica. Si pudiera incluirles un emoticono definitorio de mi estupor a tales desvaríos, les incluiría en este texto, y para ser suave, el de la ojiplática y boquiabierta carita del whatsapp.

Creí que el estar en esa realidad paralela que me confieren los casi 60 minutos de viaje de ida a mi trabajo en Santiago había llegado a su fin; pero este pasado viernes me pareció recibir la información del "reputado" abogado de los "no sé qué" de Cataluña, Carlos Puigdemont y Joaquín Torra, (el señor Gonzalo Boye), con el embargo de sus bienes por un total de 1,5 millones de Euros debido a su pasado terrorista como participante en el secuestro de Emiliano Revilla en 1988; que recuerdo perfectamente porque vivía muy cerca del empresario cuando estudiaba en la Universidad. ¡Tremendo!

Les aseguro que en mis sueños inquietos y frecuentemente interrumpidos a muy primeras horas de la mañana en el autobús que me traslada a trabajar, la recepción de mucha de la información recibida a lo largo esta semana, cuanto menos, me ha dejado perpleja.

Independientemente de la ironía, que en algún momento pueda haber utilizado para escribirles este artículo de opinión dominical haciendo uso de la realidad de mis "duermevela" y las quizá no tan reales experiencias corpóreas, lo que sí les confieso como ciudadana de este estado español, o lo que de él queda, es que estoy muy, pero que muy preocupada; porque como a muchos de ustedes a veces nos es muy difícil discernir entre la realidad de todos y la fantasía de algunos.

Ante todo, ¡feliz domingo!, porque en fin…, de viajes… va la cosa.

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