Opinión

Dícese de ella… ¡La fiesta de todas las fiestas!

Este pasado día 6 de julio el Chupinazo que da inicio a la Fiesta de las fiestas, era el más que esperado por miles de personas llegadas desde los más variopintos lugares del mundo que se daban cita en Pamplona; y como si de "un ansia viva se tratase, impacientes se anudaban el pañuelico rojo" al cuello y que da inicio a nueve intensos días de fiesta ininterrumpida.

Así unos instantes antes de las 12 del mediodía, el ex futbolista Juan Carlos Unzué prendía la mecha del cohete anunciador de los Sanfermines 2022, y lo hacía desde el balcón consistorial pamplonica, dedicado "a todas y todos los sanitarios, a todas y a todos los enfermos de ELA", pronunciado las tradicionales palabras: "Pamploneses, pamplonesas ¡Viva San Fermín! Iruindarras ¡Gora San Fermín!". Cita Textual.

Es increíble a cantidad de personas que llenaban la plaza el ayuntamiento de Pamplona. La imagen desde un "dron", nos mostraba el difícil desfile de la banda de música, distinguiéndose entre la multitud en un primer lugar, por el colorido de su vestimenta y el brillo de algunos de sus instrumentos y, en segundo lugar, por el color de otra vestimenta, la uniformidad de la policía que establecía el cordón de seguridad de protección a los músicos.

Este año 2700 efectivos componen el dispositivo de seguridad hasta el 15 de julio (150 más que en las últimas fiestas), un grupo de personas comprometidas en su profesionalidad y mejor "buen saber hacer", conformado por agentes de Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Foral y Policía Municipal de Pamplona en estos Sanfermines de 2022. Además, la Plaza del Castillo volverá a acoger un punto de información para sensibilizar y prevenir agresiones sexistas que se inscribe dentro de la campaña del ayuntamiento y que lleva el mismo nombre; aunque no es el único. ¡Ojalá sea suficiente!

Sigamos hablando del festejo pero, permítanme que comparta con ustedes mi curiosidad sobre el origen de los Sanfermines, la cual me hizo ponerme en contacto con amigas y amigos pamplonicas y, amigas y amigos estudiantes en la Universidad de Navarra. Eso sí, sin dejar de consultar fuentes históricas.

Por ello y antes de continuar, les debo decir que a pamplona y a Pontevedra entre otras similitudes les une la siguiente: la celebración de las fiestas más grandes en la ciudad no están dedicadas a su santo patrón. En Pontevedra la patrona de la ciudad es Nuestra señora de la O (festividad el 18 de diciembre) y su patrón San Sebastián (festividad el 20 de enero), aun así las fiestas grandes se celebran en el verano (el segundo domingo de agosto) y son en honor de Nuestra Señora del Refugio La Divina Virgen Peregrina el segundo domingo de agosto, siendo ELLA la Patrona de la Provincia y no de la ciudad. En Pamplona las fiestas grandes son las de San Fermín (festividad 7 de julio), aunque el patrón de esta ciudad es San Saturnino (festividad 29 de noviembre). Sigamos. Existen documentos del siglo XII que hacen referencia a la celebración de la Feria de Pamplona que tenía 7 días de duración. Se iniciaba en el año 1324 y su objetivo no era otro que el homenajear al rey Carlos I de Navarra y IV de Francia. Coloquialmente se conocían como las fiestas del final del verano.

El siguiente paso que nos acerca a las sanfermines lo daría su heredero, Carlos II de Navarra 57 años después, para ser más precisa en el año 1381, concediéndole el título de Feria Sacra con la finalidad de imprimirle la máxima importancia que podía tener una fiesta señalada, y así, esta celebración se convirtió en el punto de encuentro al que muchos acudían para celebrar el fin del período estival.

Pero no sería hasta dos siglos después cuando se unificaron las fiestas de inicio y final del verano en una sola. En 1591 se fijó una fecha, a que ha llegado hasta nuestros días el 7 de julio y con una duración de 7 días en donde se inauguraba con un ceremonioso pregón, un torneo con lanzas en la que hoy conocemos como Plaza del Castillo, obras de teatro como la denominada "Comedia y Tragedia del Bienaventurado San Fermín"; danzas, procesión por las calles, etc., además de una corrida de toros, los cuales llegaban a la plaza pastoreados por aquellos que les cuidaban. De ahí, la tradición de lo que hoy conocemos como encierros.

Pero no sería hasta el siglo XX cuando se produjo una verdadera transformación de aquella inicial feria de origen medieval (algo así como nuestra Feira Franca), conformándose en el festejo que hoy todo el mundo conoce, ensalzado como uno de los principales acontecimientos festivos en España, al que millones de personas acuden todos los años con el objetivo de pasárselo bien y disfrutar de que siguen vivos. Su lanzamiento al mundo se lo debemos al Premio Nobel de Literatura Ernest Hemingway, que universalizó las fiestas de San Fermín gracias a su inicial visita a Pamplona que inmortalizó en su libro The sun also rises, algo así como También sale el sol pero, su título en castellano es Fiesta la que este genio de la literatura, pero de vida difícil tanto disfrutó.

Sea como fuere su origen, bien es cierto que ha llegado a ser una celebración de masas, llegando a un punto en los «sanfermines» de este 2022 en dónde en Pamplona no cabe un alfiler, y ello se está notando en las trágicas consecuencias de los encierros, en dónde en el del viernes a una menor se le tuvo que amputar parte de una mano, y eso que los menores no pueden participar. Y en el de ayer, 9 heridos, todos ellos mayores de edad y alguno por asta de toro. A ver qué pasa en el de hoy y sucesivos… Soy consciente que la gente tiene mucha gana de fiesta, pero «el capotico de San Fermín» da para lo que da.

Espero que según vaya transcurriendo la semana y antes del triste canto del «Pobre de mí» se pueda disfrutar de verdad, ya que, de lo que no existe duda alguna es que de la Fiesta de San Fermín, Dícese de ella… ¡La fiesta de todas las fiestas!

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