Opinión

En tiempo de tempestades

CADA 2 de febrero se celebra en Estados Unidos y Canadá el denominado «Día de la Marmota». Un acontecimiento muy popular con especial relevancia en Punxsutawney (Pensilvania), donde obligan a salir de su madriguera a una marmota llamada Phil (o Wiarton Willie la de Canadá). Este roedor predecirá si la primavera llega antes o después según vea su sombra o no.

Este año Phill ha estado más revoltosa que de costumbre, y dio algún que otro requiebro ante la presencia del presidente del Groundhog Club, no obstante los augurios no son buenos y predice seis semanas más de invierno, al menos en Norteamérica porque la tradición más cercana a nosotros nos dice «se a Candelaria chora o inverno fora», así que permanezcamos expectantes a ver qué es lo que ocurre con estas predicciones un tanto estrambóticas.

No obstante esta efeméride no está exenta de curiosidades, veamos.

Sus orígenes son de tinte religioso, un precedente al fin del invierno ya que el 2 de febrero es una fecha enigmática desde esencia marcando el punto central del periodo de oscuridad durante el año y el comienzo de días más luminosos; de ahí que desde tiempos atávicos los antiguos la denominaran como fiesta de La Luz y los cristianos el día de la Candelaria, en donde y desde hace siglos los sacerdotes bendecían velas y las repartían entre los participantes. Esta fiesta cohabitaba con las Lupercales romanas, siendo éstos los que la hicieron llegar a Alemania, y ya en el siglo XIX con la llegada de emigrantes germanos a Canadá y a Norteamérica, fueron ellos mismos los que institucionalizaron esta celebración, eso sí en Alemania la predicción la hacía un erizo y ya en tierra del Nuevo Mundo una marmota.

Esta es la historia, y de nuevo una tradición que parte de Europa, exactamente igual que el día antes de todos los Santos a través de los emigrantes irlandeses, los americanos hacen suya y la exportan como tal al mundo entero.

Ahora bien, tras los días pasados y lo que dicen aun podría venir, no sé si hacerle más caso a la marmota Phill que a nuestro refranero más popular, porque menudo tiempo de tempestades.

Pueblos enteros sin luz, cortes de carreteras, de autopistas, de líneas de ferrocarril, caídas de torres de alta tensión, de árboles, de señales, desprendimiento de fachadas, ventanas, vuelo de techos, olas de hasta 14 metros y vientos que han superado los 180 km/h, tremendo.

Claro que ha habido inviernos duros y eternos en nuestra ciudad, ¿recuerdan aquel eslogan publicitario que tantas veces repetía mi querida Meli Fandiño en Radio Pontevedra, «después de la Peregrina, el invierno encima»?, pues eso; pero la verdad, lo que ha ocurrido estos días pasados, especialmente la noche del jueves al viernes y la tarde del viernes a la madrugada del sábado, jamás, al menos de lo que yo tenga constancia.

Pero por lo que veo, el temporal no solamente es meteorológico.

En Cataluña el vendaval lo protagonizan los miembros de la Generalidad, que elegidos democráticamente bajo las leyes españolas se las saltan a la torera mientras los catalanes de a pié tienen que cumplirlas a pies juntillas. La tormenta que se avecina ya la anuncian a estruendo de trueno y no contentos con su estrafalaria e irreverente interpretación de la ley preparan un referéndum ilegal, eso sí para seguir ocultando la corrupción del 3% que vienen practicando desde CIU y agrupaciones satélites, y hacerlo enarbolando la estrellada, aleccionando a la ciudadanía desde niños, para uso y disfrute de unos cuantos que ya han hecho bueno a Carlos III y su «todo para el pueblo pero sin el pueblo».

Pero esta semana amenaza de ciclogénesis explosiva, y si no veamos lo que está ocurriendo en Podemos, donde cara a Vistalegre dos se están batiendo el cobre Iglesias y el niño Errejón, resquebrajando lo que a m juicio ya estaba desde el principio , aunque era sólo una cuestión de tiempo.

Y no sé si durará las seis semanas vaticinadas por la marmota Phill, pero no le arriendo las ganancias al señor Sánchez y a su inoportuno salto al albero de la secretaría general del PSOE. Las segundas partes nunca fueron buenas señor Sánchez y su sombra no predice más que un duro trance en España, si se ve amenazada la aprobación de los presupuestos que continuarán brindando la oportunidad de recuperarse a nuestro país.

Y las galernas agitan las Mareas en Galicia, porque menudo temporal en La Coruña, una ciudad absolutamente paralizada, carente de inversiones y olvidada de los fondos europeos que han perdido por la mala cabeza que lo dirige, la misma que ayer perdía la moción de confianza ligada a la aprobación de los presupuestos. Un barco sin patrón dentro de una Marea sin rumbo, en la ciudad donde un faro es todo un símbolo.

Tampoco está la situación en calma al sur de la provincia, en donde irrumpe como un rayo Abel Caballero lanza una campaña contra Feijoo y Fomento por el retraso del AVE.

Señor alcalde, humildemente le refresco la memoria con aquellas palabras de la ministra socialista Magdalena Álvarez decía en 2007 cuando afirmaba que el AVE estaría a pleno funcionamiento en Galicia en 2012, lo expresado por el ex presidente Touriño en 2008 cuando no lo veía prioritario, y entre 2009 y 2011 su compañero Pepe Blanco fue ministro del ramo y tampoco aceleró el proyecto.

Es fácil culpar a los demás cuando en gran parte el responsable de que no tengamos AVE en Galicia es usted, ya que habiendo sido Ministro de Transportes, Turismo y Comunicaciones entre el año 1985 y 1988, su prioridad fue Andalucía y Cataluña, no Galicia.

Ante tan magno temporal meteorológico y político no sé si volver a hibernar como Phill, o sacar una candela a ver si algunos se iluminan con buen juicio.

En fin ustedes decidan y no se cieguen con las predicciones desde Punxsutawney en tiempo de tempestades.

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