Desde el consistorio de esta Boa Vila, de la ciudad que me vio nacer y que tanto quiero, de nuevo una metedura de pata que, de verdad, no entiendo.
Yo que me caracterizo por tener la mentalidad muy amplia, (de las pocas o casi ninguna virtud), me exaspera, poderosamente, la falta de miras de aquellas personas de gobiernan o mejor dicho que "mal gobiernan mi ciudad, mi casa"…
Comienzo con mi mal estar con el apoyo incondicional sobre "el post" que dejó un buen amigo mío y compañero de la Cofradía del Espíritu Santo, Hermandad que ha cumplido 70 años este Domingo de Ramos y, que al igual que yo, necesitaríamos que alguien nos explicase el porqué de la suspensión de la bendición general de las Palmas y la procesión de La Borriquita más allá de la causa que versaba en medios de comunicación, como la de evitar aglomeraciones… ¡En fin!
Si se hubiera dado su conformidad, sin duda alguna el buen saber hacer de los miembros de las distintas cofradías de Semana Santa de Pontevedra, al igual que han demostrado en todas las procesiones en las que han salido a celebrar sus estaciones penitenciales, hubieran dado cumplimiento a la razón y las distancias de seguridad , las cuales tendrían el apoyo a mayores y como en otras ocasiones, de la Policía Local y Protección Civil desarrollando su labor de vigilancia correspondiente y, hubiésemos tenido la Semana Santa que nos merecíamos, al completo.
Y seguimos otro año más con obstáculos que salvar, como si de una yincana procesional se tratase, ya que, de nuevo en la Plaza de España, una exposición sin mucho sentido en estos días, porque el fondo de la misma es interesante, aunque bien podrían haber esperado una semana para su montaje pero… Seguimos con las trampas y, ¡dale que dale!
Lo he dejado escrito en varias ocasiones y lo vuelvo a hacer en este artículo de opinión dominical una vez más.
No sé qué manía tiene este gobierno municipal pontevedrés con la Semana Santa, porque, vaya por delante mi respeto a las creencias religiosas de cada quién así como la falta de ellas, pero si alguien tiene la responsabilidad de dirigir una administración tan cercana como lo es la de un ayuntamiento, lo primero que debería es poner por encima del interés propio el de toda su vecindad; pensando en grande y siendo consciente de la tradición popular, de la riqueza del patrimonio cultural, de la práctica religiosa de siglos que, a través de las celebraciones de la Semana Santa por uno u otro motivo, por el que sea; y si esto le parece carca (perdónenme la expresión pero ya he oído de todo), les invito a manejar la situación desde otra óptica, que también me vale: en donde este período vacacional ofrece con estas actividades, un atractivo turístico para las ciudades como la nuestra y, sin duda alguna, si existiera un apoyo mayor por parte de los que mandan en el consistorio, entenderían que la actividad económica de la ciudad, en su conjunto, se multiplicaría de forma exponencial; lo que contribuye a una generación de riqueza para Pontevedra, especialmente para los sectores que han sufrido las consecuencias más terribles de la crisis económica generada por la pandemia.
Con la qué ha caído… Con la qué está cayendo y, la que está por venir, no encuentra lugar en mis entendederas que el gobierno municipal de Pontevedra, ya no es que mire para otro lado con la oportunidad que brinda la Semana Santa, sino que sigue haciendo caso omiso a no poca parte de la población capitalina y parte de su empresariado que, estarían encantados de ver un mínimo gesto de apoyo para sus inquietudes y necesidades.
El primer apunte histórico de un Domingo de Ramos en Pontevedra data de 1351, con una procesión organizada por el ayuntamiento. Evidentemente no les voy a pedir que hagan eso, pero lo que sí debían de haber hecho en los más de 20 años que llevan gobernando Pontevedra y lo que ahora les solicito, es el inicio de la petición de declaración de Fiesta de Interés Turístico Gallego de la Semana Santa de Pontevedra.
Es muy fácil, solo tienen que ir a la sede electrónica de la Xunta de Galicia y buscar el procedimiento administrativo TU401A que figura en la sede electrónica de la Xunta de Galicia y, que obedece a la Declaración de fiesta de interés turístico de Galicia. Bien es cierto que la petición la puede hacer cualquier otra entidad pública o privada de la ciudad, como la Junta Coordinadora de Semana Santa, pero aun no siendo vinculante, necesitarían un informe preceptivo del órgano competente del ayuntamiento, manifestando explícitamente su valoración y argumentando los motivos de la misma» y, visto lo visto, como que no les veo por la labor.
Este pasado Viernes Santo, fui invitada por la Cofradía del Nazareno y Santo Sepulcro de Sanxenxo a participar en la procesión Del Santo Entierro. ¡Todo un honor! Y, desde aquí, mi agradecimiento infinito a toda la hermandad que personifico en el Hermano Mayor Don Javier Pérez Rodiño, por haber podido vivir una experiencia nueva y sin igual y, en donde la entrega de las gentes de esa preciosa villa fue extraordinaria, (como en Pontevedra), pero la gran diferencia es el apoyo del gobierno municipal (a diferencia de Pontevedra), el cual apoya todas y cada una de las iniciativas de su ciudadanía; tal y como quedó patente en el acompañamiento de la corporación de Sanxenxo con su alcalde, el flamante Telmo Martín a la cabeza, acompañado por la portavoz socialista Ainhoa Fervenza.
No seré yo quien le diga a los que ostentan las más altas responsabilidades locales en mi ciudad lo que tienen que hacer, pero lo que sí les exijo, porque para eso les pago, que al menos apoyen de forma decidida las distintas propuestas que hace la ciudadanía al completo, que no sigan cargando el barco a babor, ya que, por estribor y a proa está la mayoría y esa es la que quizá cansada te tanta cabezonería, tome note en 13 meses y les dejen a ustedes a la deriva más absoluta; cuestión que, por otro lado y para no pocas iniciativas socio culturales del pueblo de Pontevedra, sería una muy buena posibilidad.
Espero que estén disfrutando de nuestra Semana Santa y yo que soy muy de celebrar, sin distinción alguna, a todos ustedes ¡felices pascuas!
