Opinión

¡Fiestas en virtual!

Tras contactar con personas de diversos perfiles y edades para poder escribir este domingo, he llegado a la conclusión que en la inmensa mayoría de las mesas hubo al menos en algún momento un nuevo invitado, me refiero a la pantalla de un portátil, una Tablet o un móvil para suplir la ausencia de los que no pudieron viajar para estar con nosotros en estos dos días tan importantes

Tras el día de San Esteban, dónde en no pocos países la tradición es reunirse con los amigos con los que no pudimos en Nochebuena y Navidad; y en la antesala de los Santos Inocentes, toca hacer balance estos días de fiesta tan extraños.

Porque en mi caso como imagino que en el de la mayoría de ustedes, personas responsables ante las recomendaciones y protocolo de seguridad debido al Covid-19; las celebraciones de Nochebuena y Navidad con la familia, así como el día 26 con los amigos; nunca antes han sido como esta vez. Como tampoco lo han sido las temidas discusiones una vez sentados a la misma mesa; porque me consta, que estas desavenencias se produjeron en días anteriores sobre la agenda que organizar si las familias eran muy numerosas; o los que tanto protestaban por la obligación de ir a cenar a casa en Navidad años anteriores, este año quejándose como plañideras por todo lo contrario.

En fin, dicotomías de estas fechas como las de los cristianos o no cristianos; porque para los que practicamos, estas fechas deberían de ir más allá de reuniones multitudinarias, francachelas e intercambio de regalos, ya que lo que verdaderamente debería importar es el nacimiento del Niño Jesús y lo que va a representar en nuestras vidas (aunque a veces parece que se nos olvida); aunque lo que es cierto para todos sin excepción, es la ilusión de los reencuentros con los que más queremos, cuestión nada fácil a lo largo del año, sobre todo si tenemos en cuenta la coincidencia de la mayoría en estas fechas; aunque este año tampoco ha sido nunca como esta vez.

Efectivamente nuestra vida ha cambiado desde marzo; con ello nuestra cotidianeidad y la manera de relacionarnos, y ya nada será igual que antes; porque lo que ya existía de forma puntual a través de las posibilidades que nos brindaban las Nuevas Tecnologías, ha sufrido una evolución exponencial sin precedentes, como por ejemplo el teletrabajo y las reuniones a través de las múltiples webinar laborales o el comunicarnos con los que más queremos a través de las videollamadas.

Tras contactar con personas de diversos perfiles y edades para poder escribir este domingo, he llegado a la conclusión que en la inmensa mayoría de las mesas hubo al menos en algún momento un nuevo invitado, me refiero a la pantalla de un portátil, una Tablet o un móvil para suplir la ausencia de los que no pudieron viajar para estar con nosotros en estos dos días tan importantes ¿Mal de muchos consuelo de tontos?, yo no lo veo así, lo veo como una posibilidad que nos brindan las plataformas para realizar videollamadas. Siempre hay que sacar a la luz lo positivo.

Es evidente que estas no pueden sustituir a la cercanía y el calor de las personas; pero en mi caso concreto y en el de mi familia, disfrutamos ya desde una hora temprana haciendo las pruebas necesarias para que toda la aparatología funcionase bien, y las risas no cesaron hasta el final de la cena; porque la sobrecarga de la red (y eso que fue a través de WIFI, no de datos propios de un USB o móvil), a veces nos ofrecía un panorama tipo diálogo de besugos (que no se enfade conmigo mi familia, porque disfrutamos y mucho) entre las 8 personas participantes, que además no en pocas ocasiones nos llevaba a la necesidad de utilizar el teléfono porque no nos entendíamos; por otro lado, las conversaciones solapadas que recodaban a aquel sketch de Martes y 13 con su famosísimo Encarna y las empanadillas… Estas son solo dos de las múltiples anécdotas; y sinceramente les he de confesar que esta Nochebuena no la olvidaré jamás, y la recordaré como una de las más divertidas en tiempo. Conclusión que rubricaron mis convivientes compartidores de mesa, los cuales ya están animadísimos para repetir el día 31, en donde ni me imagino cómo puede salir la toma de las uvas… Cuestión que habrá que ir pensando en grabar (porque se puede hacer) ya que puede ser todo un show. 

Soy consciente que he sido de nuevo una privilegiada, en primer lugar por poder sentarme a la mesa con mi madre y mi padre (porque el tiempo va pasando); y porque muchas personas no tienen acceso a la Red de forma continua, y otras muchas más no manejan estas nuevas posibilidades que nos brindan las Nuevas Tecnologías, y eso que la RED española de fibra y conectividad 4G es la mejor de Europa, tal y como quedó constancia en los meses de confinamiento.

Por ello desde las distintas administraciones y operadores de telecomunicaciones, se tiene que continuar en esta línea de trabajo para que el acceso sea universal, así como la formación para su manejo; ya que esta manera de relacionarnos no es una anécdota ha venido para quedarse, y en casos como los vividos en Nochebuena y Navidad son una solución, al menos momentánea.

Mención especial con todo mi respeto y cariño en este artículo de opinión dominical a todas aquellas personas que han perdido a seres queridos por esta devastadora pandemia; a los sanitarios y a todos aquellos profesionales que están en primera línea trabajando esas noches para que podamos llevar de la mejor de las maneras posibles esta extraña circunstancia; a todas aquellas personas y sus familias que están sufriendo las consecuencias de estas restricciones y protocolos sanitarios, en especial al sector de la hostelería y del turismo en general; sin olvidarme de los transportistas que no pueden llegar a casa estos días, y al pequeño comercio al que podemos apoyar entre todos, porque eso sí que depende de nosotros; y por supuesto a todas las familias que lo están pasando muy mal. Y no es caridad navideña es SENTIDO COMÚN.

¡A todas y cada una de estas personas y sus familias, como a todos ustedes, les deseo lo mejor para este próximo 2021 que en 4 días estrenamos con esperanza e ilusión!

Y por el bien de todos sigamos siendo cautos, porque aún restan, Fin de Año, Año Nuevo y Reyes; y porque lo más importante es seguir disfrutando de los nuestros el año próximo y todos los que el destino nos depare; aunque este año tengamos que seguir disfrutando de estas FIESTAS EN VIRTUAL. 

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