Opinión

¡Ganamos tod@s!

SOY DE LAS personas que me encanta leer en papel, ya que el olor y el sentir pasar las páginas es un lujo que me empapa de contacto con el alma de la escritura.

Me cuesta entender a todas aquellas personas que prefieren una obra digitalizada, porque para mí no es lo mismo, quizá sea una romántica… Por ello nunca dejaré de comprar libros y periódicos, porque disfruto absolutamente de esa cercanía que me da, el ya citado papel con la persona que escribió… ¡Me siento partícipe!, y eso me convierte en otro actor más del relato que emiten esas letras, que es mucho más de lo que se lee... ¡Os lo aseguro!

Lo mismo me ocurre cuando voy a comprar; porque soy consciente que cuando las tiendas de toda la vida trataron de sobreponerse a la competencia de las grandes superficies, las plataformas de venta digital les asestan un nuevo golpe. Es necesario dar con fórmulas que garanticen su pervivencia; y la más fácil está en nuestras manos, y no es otra que la de efectuar nuestras compras en los establecimientos de siempre.

Bien es cierto, caso contrario mentiría, que a veces y por la complejidad o exclusividad de lo que necesito, utilizo el comercio electrónico, pero solo lo hago en ocasiones contadas, ya que prefiero comprar en el comercio de mi ciudad, en donde me siento como en casa.

Y no es una expresión de “bienqueda”, ya que como muchos de ustedes saben yo tuve una boutique en esta “Boa Vila”, y me encantaba que la gente viniese a comprar a mi tienda; pues de la misma manera que yo lo agradecía, a las personas que están al frente de un pequeño comercio les encanta que vayamos a comprar a sus negocios porque para eso abren sus puertas cada mañana, y no sin pequeños ni pocos sacrificios. Y al mismo tiempo admiro a todas esas personas que en estos días emprenden, comprometiéndose con la ciudad y con sus vecinos.

Les cuento un ejemplo que le puede pasar a cualquiera. Hace unos días, tenía que comprar zapatillas de casa para mi sobrino que venía a pasar unos días; y ¡claro, cómo no, tenían que ser de Spiderman!. Las pude haber comprado a través de Internet porque llegan “ipso facto”, pero preferí acercarme a las Galerías Oliva, y en una “zapatillería” de referencia en Pontevedra, que ahora también tiene su otra tienda para niños, y allí las conseguí.

No niego haber adquirido alguna cosa en las tiendas de las multinacionales de “la milla de oro” o calle Benito Corbal, pero el poder entrar en las tiendas “de siempre” y en las de los “nuevos emprendedores”, me encandila; porque a sus dueños o dueñas les conozco, y lo más importante de todo es que me conocen y saben a ciencia cierta, aun antes de decidirme, qué es lo que me gusta o puedo necesitar. Y si no lo tienen en ese momento, me lo consiguen, y siempre con un cariño y dedicación, como el que yo recuerdo para con mis clientes y clientas. ¡Y me encanta!

Comprar en los supermercados de la calle correspondiente, lo hacemos todos; pero no me nieguen ustedes el lujo de bajar al Mercado de Abastos y pasear por sus puestos, en dónde cada persona que lo rige, disfruta tanto o más que nosotros al ofrecernos sus exquisitas mercancías.

Al hilo de lo que les cuento, les confieso que la campaña hecha desde el Ayuntamiento (para que vean que no todo son críticas domingo a domingo), ya me produce una sensación especial, ya que el poner nombre a las caras de todas y cada una de las personas que madrugan como nadie, para conseguir el género que nos ofrecerán a lo largo del día en la Plaza de Abastos, es un reconocimiento a su sacrificio diario. Quizá habría que ampliarla al resto de los comerciantes de nuestra ciudad; es una idea que lanzo.

Y como es lógico y normal, las distintas administraciones como la Xunta, y el ayuntamiento se vuelcan en las ciudades para promocionar el comercio de cercanía, y eso me parece un gran acierto, porque al final quienes se benefician son nuestros comerciantes y nosotros mismos, haciendo que la economía local fluya, se mantenga y se enriquezca la ciudad.

Estas fechas de Navidad son tiempo concreto para muchas compras, a las que nos animan las luces, los villancicos y la algarabía por las calles animadas con diversas atracciones para los más pequeños; en especial las que van parejas a la promoción de nuestro comercio en las zonas de mayor despliegue de tiendas.

Así y al tiempo que sus mayores hacen las compras, los pequeños podrán disfrutar de todas esas actividades; Pontexogos en la Plaza de España, en dónde el acceso a las cuales es tan sencillo como el de facilitar los tickets de compra en todo tipo de tiendas del comercio local; y además, también podrán disfrutar de las programadas en las Galerías Oliva, las cuales se disfrutan a través de los tickets de compra de los establecimientos que hay en las mismas.

Pues desde aquí a todos les animo a comprar en las tiendas de siempre, pero no solamente en Navidad, porque para nuestros pequeños empresarios de Pontevedra, la Navidad debería de ser todo el año.

Deberíamos reconducir nuestros hábitos de compras, y así tener una dinámica a diario que nos lleve a buscar todo lo que necesitamos en los establecimientos más cercanos, porque, sinceramente, ganan ellos, gana la ciudad y a fin de cuentas, ¡GANAMOS TOD@S!

Comentarios