Este pasado día 4 de agosto la insigne institución pontevedresa Amigos de Pontevedra dio a conocer los galardonados de este año.
Mis felicitaciones a todas las personas y entidades premiadas por su encomiable labor para con mi ciudad; enhorabuena a todas las entidades como al Pontevedra Club de Fútbol, el Museo de Pontevedra, la Sociedad Deportiva Teucro, el Club Balonmano Cisne, la Brigada Ligera Aerotransportable (Brilat), la Sociedad Filarmónica, la Coral Polifónica, la Sociedad Gimnástica, la Cofradía de la Virgen Peregrina y al Gremio de Mareantes ( del que formo parte); y felicidades a todas estas personas, al magistrado Cándido Conde-Pumpido, y en especial a quienes han tenido que ver mucho en alguna parte de mi vida, a Isolina Castro García, madre de Bea y Patricia amigas de mi adolescencia, a personas muy cercanas como Carmen Torres, Víctor Nogueira y Eduardo Esteban y al universal pontevedrés que quiero mucho y desde hace mucho, mi amigo Manel Loureiro.
Estos merecidos reconocimientos en el año 2022 fueron entregados ocho días después de su anuncio público, es decir, este pasado viernes día 12 en una entrañable y multitudinaria cena celebrada en las instalaciones del Pazo da Cultura de Pontevedra. Hoy domingo de la festividad de Nuestra Señora del Refugio Divina Peregrina, si me lo permiten, quienes merecen este artículo de opinión dominical, son aquellas personas que han hecho posible toda esta andadura a lo largo de 50 años.
En primer lugar, porque cumplir 10 quinquenios no es fácil, ya que aunar opiniones e inquietudes de un numeroso grupo de personas cada vez se hace más difícil en este convulso mundo en el que vivimos.
El segundo, porque han sabido conservar el espíritu de su creación y, mantenerlo "intacto". Eso dice mucho y muy bueno del grupo de personas que conforman esa asociación civil cuyo interés es el de anteponer el colectivo al personal, el de pensar en grande, en su ciudad Pontevedra.
En tercer lugar y consecuencia de objetivo anterior, sobre el que pivota su actividad altruista, que no es otro que el de poner en valor la ciudad de Pontevedra a través del reconocimiento a personas y entidades que entrañan la razón de ser de su existencia, el mostrar y practicar el cariño por su ciudad, aquí entre nosotros y más allá de nuestra ciudad. En concreto 334 personas y 97 entidades han sido galardonadas durante estos 50 años.
El cuarto y, para mí el de mayor trascendencia, es la continuación de aquella inicial intención de los pioneros, los cuales han dejado un legado impagable practicado hasta hoy día por sus descendientes, que lo alimentan con tesón e ilusión, mejorando la herencia recibida. Eso sí es una cuestión de nobleza a destacar, especialmente por seguir haciéndolo en una sociedad que parece haber perdido valores y tradición.
Por ello admiro, felicito y alabo a las personas que directa o indirectamente les han sucedido hasta hoy. A todas ellas, también mi felicitación pública y sincera. Estoy segura que seguirán practicando ese patrimonio "inmaterial" recibido y, engrandeciendo, así, la memoria y "buen hacer" de esas personas "buenas y generosas" que les precedieron en el tiempo. Son muchas las personas que se "unieron a este andar" y, como no quiero dejar de mentar a ninguna de ellas, ya que todas y cada una han contribuido a engrandecer esta "encomienda solidaria", permítanme ustedes que las personifique en quienes tomaron la iniciativa rememorando a aquel "trío de oros" que en 1972 dio el paso que ha hecho posible el llegar hasta hoy. Por ello vaya mi reconocimiento, mi admiración y agradecimiento sincero e infinito a los 3 fundadores de tan laudable iniciativa: Fernando Lamas, Paco Otero y Víctor Cervera-Mercadillo. A ellos que se reunían el sábado víspera de la Peregrina por la mañana en el atrio de la iglesia, al lado de la entonces cafetería Méndez Núñez, (hoy tienda de telefonía y negocio de alquiler de cochecitos dirigidos para niños) y, que decidieron juntarse para comer y repetirlo todos los años. Porque como ellos ya sabían y nosotros ahora, si hay dos fechas en el año donde se reúne toda la familia en nuestra ciudad, son las Navidades y las fiestas de la Peregrina.
Así la primera comida en 1972 fue organizada en los salones de la sociedad Teucro y, así como si nada, acudieron casi 100 personas. Los tres años sucesivos (1973-1974- 1975) tuvieron su celebración en el Liceo Casino y ahí, empezaron a entregar las distinciones. Con posterioridad trasladarían esa fiesta a la «Sociedad Cultural de Salcedo» y, donde, seguidamente y durante años la celebración continuaría en las instalaciones en Mourente, concretamente en el complejo de Príncipe Felipe de la Diputación de Pontevedra, en donde las viandas eran elaboradas, cocinadas y servidas por el gran Xan das Canicas y amenizadas por Diosiño, Poceiro y Antonio Moldes.
En los últimos años la celebración con encuentro gastronómico se viene haciendo en el Pazo da Cultura, como este pasado viernes, donde los Amigos de Pontevedra se volvieron a reunir a la vera del río Lérez en una cena sencilla porque, como decían sus fundadores, "lo importante es reunirse y reconocer la valía de los amigos", los suyos, los de su ciudad. Amigos de Pontevedra, muchas felicidades por este 50 aniversario y, como no puede ser de otra manera, gracias infinitas a Fernando, Paco y Víctor; al trío de oros.
