Opinión

Pontevedra duerme

TRISTEMENTE son los viejos tópicos los que continúan definiendo la Galicia más urbana, y lo hacen siguiendo la estela de aquellos que, "años ha" echaban mano del famoso refranero popular que ustedes saben que tanto me gusta. Entonces se decía, “Mientras Vigo trabaja, Pontevedra duerme, Santiago Reza y La Coruña se divierte”.

Esta máxima que no deja para nada, bien parada a mi querida Pontevedra, parece repetirse en el tiempo como si de una premonición de oráculo se tratase. Les cuento.

Este pasado jueves día 25 fueron publicados los datos de la EPA o Encuesta de Población Activa. Es este un estudio de investigación continuo y de periodicidad trimestral dirigido a las familias, cuyo objetivo principal es obtener datos de la fuerza de trabajo y de sus diversas categorías (ocupados, parados), así como de la población ajena al mercado laboral (inactivos). Se consulta nada más y nada menos que a una muestra inicial de 65.000 familias cada trimestre, lo que equivale aproximadamente a 180.000 personas; es decir, no es una encuesta de esas que se sacan de la manga algunas agrupaciones empresariales con el objeto de arrimar el ascua a su sardina, ni su informe es libelo alguno, ya que este estudio lo desarrolla el Instituto Nacional de Estadística desde 1964, aunque la metodología actual data de 2005.

No se si ustedes han podido acceder a algunos de las informaciones que destilan algunos de los datos del estudio, yo sí porque es imprescindible para mi trabajo diario, y precisamente por ello estoy más que preocupada, ya que finalizando la primera veintena del tercer milenio, y siendo Pontevedra la ciudad más joven de Galicia, y contando con una tasa de actividad de un 60,3%, no se puede permitir el lujo de tener un 19,5% de paro, es decir, 5 puntos más que la media de Galicia y 3 más que la media de España.

Para que ustedes se hagan una idea, por ejemplo, la ciudad de Santiago gobernada por En Marea, socios del alcalde Lores en el gobierno de Pontevedra, con una tasa de actividad muy parecida a la nuestra, con un 60,8% tienen casi la mitad de parados con una tasa de 10,1%.

De nuevo Pontevedra vuelve a ser la ciudad con el índice de paro más alto de la Comunidad Autónoma. Inadmisible.

Pues nada, le daremos un nuevo premio a la ciudad de Pontevedra, el triste nº1 en el pódium y la medalla de oro como campeona del paro este último trimestre del año 2017, por encima de Ferrol, que ahí es nada. Lo más grave, si cabe, es que nuestra ciudad ya cuelga de su cuello más de una medalla de oro por el mismo récord. Las cifras a lo largo de estos años hablan por sí solas.

Perdonen mi sarcasmo, pero es que esto es impresentable e insostenible, ya que este gobierno municipal del BNG cuando llegó al consistorio en julio de 1999, en nuestra Boa Vila teníamos 3.700 personas en paro; el 31 de diciembre de 2017 hay 8.400 dramas.

Soy consciente que nadie tiene una varita mágica para cambiar el panorama socio económico de una ciudad de un día para otro; desde luego yo no lo tengo, pero lo que si he de confesar, es que si hubiese ostentado la máxima responsabilidad de gobierno en esta ciudad durante casi dos décadas, y en las que se vivieron años de bonanza económica sin igual, algo más haría de lo que se ha hecho en Pontevedra.

Porque nuestra ciudad podría ser el destino más acertado para la celebración de importantes congresos adecuados al número de plazas hoteleras de las que disponemos, no son necesarios los de gran afluencia, lo que sí hace falta es una periodicidad mensual, no las celebraciones anecdóticas.

La potencialidad turística que tiene nuestra ciudad desde cualquier punto de vista es casi infinita, por no hablar de su apertura al mar, y más allá si cabe, estableciendo lazos de colaboración con aquellas poblaciones del nuevo continente en donde, como poco compartimos las hazañas de nuestros marinos insignes; como ejemplo Chile, en donde hay islas con el nombre de sus pontevedreses descubridores Bartolomé y Gonzalo García de Nodal. Y poner en valor la construcción de la nao Santa María que partió del puerto de Palos para descubrir América, en los entonces astilleros de la Moureira, ¿son conscientes ustedes del rendimiento que se podría haber sacado de este tema?, pues no es cuestión baladí.

Ponte Vedra Beach, es una comunidad costera del condado de Saint Johns, en Florida, EE. UU ., económicamente próspera y emprendedora como pocas, con ganas de hacer negocios y entablar lazos culturales con nuestra ciudad. Allí fue invitado nuestro regidor municipal en más de una ocasión; pero ni estuvo ni se le espera.

La potencialidad industrial es importante, y me refiero al área de la logística y de la distribución, en donde por su cercanía al puerto de Marín, la posibilidad de comunicación por tren y su conexión nodal con la autopista, hace de Pontevedra un núcleo estratégico de gran valor que, por el contrario, nunca ha sido aprovechado como tal cuando desde el ayuntamiento de Pontevedra se ha negado la mayor siempre que han surgido propuestas de instalación de grandes multinacionales en su suelo, y me refiero a industria limpia.

Ya no hablemos de la posibilidad de tener de un centro asociado a una universidad privada para convertir a Pontevedra de un punto de referencia como no existe ningún otro en Galicia, pero claro, tampoco existe, y me consta que más de una universidad privada de renombre estaba interesada en nuestra ciudad. Imagínense ustedes el edificio de la antigua Hacienda, en plaza de la Herrería como ese centro docente de renombre. ¿Se imaginan a nuestra ciudad como un pequeño Oxford en donde la hostelería, el comercio, el alquiler de viviendas, la oferta cultural, la efervescencia económica y social se palparía en el ambiente? Pues se lo pueden seguir imaginando, porque no veo yo trazas que algo así se materialice.

Podría continuar con proyectos y propuestas, con un suma y sigue de posibilidades, como las deportivas para crear un centro de referencia de alto rendimiento polivalente para ofertar servicios a nivel internacional. Pero claro, seguiremos imaginándonoslo, ya que lo único real son los premios acordados previamente y que se nos venden como si fuésemos realmente lo que nos hacen creer que somos, y, en definitiva, Pontevedra lo que sigue siendo es la ciudad campeona del paro en Galicia.

Me duele que la ciudad que me vio nacer y a la que adoro, sigua en brazos de Morfeo dando continuidad a lo que ya, en el pasado siglo canturreara aquel tedioso refrán, Pontevedra duerme.

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