Opinión

¡¡¡¡Por Sonia!!!

Las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra; esto dejó escrito mi admirado Gabriel García Márquez, pues ni tú, ni tu familia, querida SONIA, estáis solos, y claro que tu historia, tu triste, tu inconcebible, injusta … y ya no sé qué adjetivo añadir a lo que te pasó…, pero lo que sí sé es que te mereces una segunda oportunidad por mil razones, y porque no estás sola.

Es suficiente para mí estar segura que tu y yo existimos en este momento, también son palabras de Gabo, lo son para mí y para miles de personas que acompañaron a los qué más te quieren el pasado martes en la concentración organizada para tu causa; y ese mismo sentimiento de compañía y existencia, es el que está inmortalizado en la canción que Enrique Alvite escribió para ti, Sonia te quiero. Sonia te espero. Te siento cada día más. Sonia, te veo en cada gesto, pues tu mirada decía más que tú.

Ya son cinco años sin Sonia, cinco años de ausencia sin definición posible, y rubricadas con una decisión de archivar su caso en abril de este año.
Soy consciente de la ceguera de la justicia. Reconozco (y aquí hago mías palabras de Alonso Chávarri), que me inquietaba y ya desde niña, en su representación, la representación de la justicia, con espada, balanza y los ojos vendados, me producía desasosiego. Cada vez que veía a aquella mujer que pesaba los delitos, espada en mano, me imponía, pero, sobre todo, era su ceguera solemne la causante de mi temor. Cuando me explicaron que esa ceguera indicaba la imparcialidad y la sumisión de cualquier aspecto visible, ante los artículos de los códigos legales, confié plenamente en la justicia, durante mucho tiempo. Sí, durante mucho tiempo, estuve convencido de que un pleito sólo podía tener un ganador: el poseedor de la razón, porque en los libros de leyes debían estar las soluciones, a cualquier dilema legal, y los jueces aplicaban los artículos de los códigos, dando la razón a quien la tenía. Esto lo creí durante mucho tiempo.

Ya no sé qué adjetivo añadir a lo que te pasó…, pero lo que sí sé es que te mereces una segunda oportunidad por mil razones, y porque no estás sola

Ahora que ya no soy niña, (a veces cuánto me gustaría) sigo creyendo en la imparcialidad, pero soy consciente de muchas cosas, de la casuística legal que rodea cada caso planteado, pero independientemente de todo ello, en este caso y situación del mismo, apelo a la necesidad de respuestas, de argumentos más allá de lo legal, y de la necesidad de sosiego en los corazones de tu familia, y de que se haga JUSTICIA con mayúsculas, ante una situación como ésta.

Yo que tuve la suerte de conocerte, y de tomarnos algún que otro café, de compartir confidencias, pero sobre todo y como dice la canción de Alvite, que tu mirada decía más de lo que contabas; pido de corazón, y desde este mi humilde artículo de opinión, pero desde la maravillosa oportunidad que se me brinda en este espacio dominical por el gran Diario de Pontevedra, que revisen el caso.

No debe ser cuestión baladí, pero apelo a las conciencias de las personas que componen y aplican las leyes del cuerpo judicial.

No me cabe la menor duda que aquella señora de ojos vendados, balanza y espada en mano, que tanto temor me producía, que también tenía corazón; y soy consciente del alma y corazón que tienen los que forman parte de ese y uno de los tres poderes que imperan en un Estado democrático como el que tenemos la suerte de vivir en España.

Busquen las fórmulas, averigüen e investiguen más (porque me consta el buen trabajo de nuestra policía y los jueces), por favor. Les pido que igual que la Justicia, se tapen los ojos y piensen, que hay unos padres, una hermana y un hijo que quieren saber lo que ha pasado. Los demás, la hubiésemos conocido o no, sólo podemos permanecer a su lado y ahí seguiremos; pero al menos necesitamos una respuesta a mayores que el cierre de su caso.

SONIA fue, es y será una persona extraordinaria, nunca dejará de estar mientras esté en nuestro recuerdo, pero el recuerdo merece una respuesta, y que no se quede como en la canción de Bob Dylan…en el viento … , ¡vuelvan a intentarlo!, ¡mil gracias!, pero sobretodo POR SONIA!!!!!

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