Opinión

El rebuzno de Leonardo

Mohandas Karamchand Gandhi (Mahatma Gandhi) dejó escrito que "la grandeza de una nación y su progreso moral pueden ser juzgados por la forma en que se trata a sus animales". 

Nunca me cansaré de puntualizar que ¡los animales no son cosas!, y lejos de lo que no pocas personas siguen sin entender, requieren cuidados y tienen necesidades vitales que hay que proporcionarles (comida, aseo, salud, medicinas, etc.); y por supuesto tienen sentimientos, y no pocas veces nos empequeñecen al ser humano con su grandiosidad y cariño.

Cuando alguien tiene a su lado y en su vida a un animal, no tiene un peluche que se deja en un rincón; ¡Y ahí te quedas! ¡No! ¡Eso nunca! Para tratarlo como un objeto, mejor estar sin él.

Esta semana los que queremos a los animales y los cuidamos, hemos recibido buenas noticias; ya que este pasado martes se ha cumplido el anhelo de todas aquellas personas que pensamos en un mundo mejor para los animales, reconociendo sus derechos y su condición de "seres sintientes"; ya que el Congreso de los Diputados ha aprobado a trámite una Proposición de Ley con la finalidad de modificar la Ley Hipotecaria, la de Enjuiciamiento Civil y el propio Código Civil; propuesta que partió de una iniciativa primero de Ciudadanos en 2017, y fue recogida un año más tarde por el Grupo Popular, fue tomada entonces en consideración y trabajada en Ponencia y Comisión. Sin embargo, la propuesta legislativa cayó entonces en saco roto por la convocatoria de elecciones en 2019. Ahora el testigo fue recogido por los Grupos Parlamentarios Socialista y Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común.

Lo importante es que ya está materializada, y ello ha sido posible gracias al apoyo mayoritario de todos los grupos políticos, a excepción de Vox, y desde luego con una concatenación de opiniones de lo más desacertadas en su intervención, que no voy a transcribir para no darle pábulo a ese diputado, así como tampoco diré su nombre para dejarlo sin el protagonismo que pretende.

La reforma afecta, en primer lugar, al Código Civil, "con vistas a sentar el importante principio de que la naturaleza de los animales es distinta de la naturaleza de las cosas o bienes…". De esta forma, junto a la afirmación del actual artículo 333, según el cual "todas las cosas que son o pueden ser objeto de apropiación se consideran como bienes muebles o inmuebles", se concreta que los animales no son cosas, sino seres dotados de sensibilidad.

Con el mismo criterio protector que inspira la reforma, mediante la modificación del apartado primero del artículo 111 de la Ley Hipotecaria, se impide que se extienda la hipoteca a los animales colocados o destinados en una explotación ganadera, industrial o de recreo, y se prohíbe el pacto de extensión de la hipoteca a los animales de compañía.

Por último se modifica el artículo 605 de la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil, para declarar absolutamente inembargables a los animales de compañía, "en atención al especial vínculo de afecto que liga a los animales de compañía con la familia con la que conviven".

Simplemente añadiré que, claro que no se le van a conferir estatutos como el de ciudadano ni de persona como también declara el Código Civil en sus artículos 29 y 30, (que tratan sobre las personas físicas o naturales que adquieren la personalidad civil desde su nacimiento, y que se encuentra estrechamente relacionado con el artículo 30 que establece las condiciones del nacimiento de una persona para que determine la aparición de la personalidad); cuestiones que algunas personas taradas proclaman a los cuatro vientos. Y en ese mismo orden de cosas me parece estupendo el reconocimiento de los derechos de los animales, de los que ya deberían de haber disfrutado desde hace tiempo.

Soy de esas personas que les gusta hablar de «causalidad» en lugar de casualidad, lo he escrito en mis artículos y no en pocas intervenciones públicas además de mis post en Redes Sociales. Y estoy convencida que las cosas suceden por una razón; y creer que las cosas pasan por una razón no es misticismo, es una actitud frente a la vida.

Y por ello, casi como un a nuncio a lo que ha pasado esta semana con la admisión de la citada Proposición de Ley; contarles que el domingo (11 de abril), por la presión social de asociaciones de protección animal, santuarios y personas anónimas (entre las que me incluyo en la generalidad del listado de firmas en "change.org"), la Comunidad de Madrid suspendió la actividad de Vivotecnia, un laboratorio de "ensayos clínicos", tras constatar indicios de extrema crueldad y maltrato animal.

Y precisamente en esta semana, el cofundador de una de las entidades sin ánimo de lucro que nos movilizó para paralizar la actividad de Vivotecnia, "Santuario Gaia" , se trasladó desde Gerona a Sevilla para liberar de una muerte anunciada a un precioso animal y hacerse cargo del mismo. Había sido abandonado, tras una vida de condiciones de insalubridad, inanición y deshidratación extremas; y en donde la brida le castigaba de manera perpetua. Por ello sus rebuznos de alegría al sentirse liberado, se escucharon en toda Osuna.

Algunas personas harán mofa de este hecho, por haberme referido a un burro y al sonido que emite, (ambos sustantivos utilizados peyorativamente en nuestra cotidianeidad, y no por poca gente), pero para mí esa eufonía, ese tono de liberación me ha parecido precioso; y refiero a esa sensación que él ha disfrutado como nunca hasta entonces.

Su delicioso canto a la libertad es lo que espero para todos los animales como "seres sintientes".

¡Para todos ellos, y las personas que les queremos y cuidamos, vaya el especial y feliz rebuzno de Leonardo!

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