En una de sus manifestaciones más frecuentes, pero también más corruptas, la Historia es una historia que nos contamos a nosotros mismos para alimentar nuestro ego, para regalarnos un lugar especial en medio de una vastedad que nos sobrepasa y humilla. En esa historia, el Otro está destinado a interpretar un simple papel dentro de la representación, un rol secundario y preestablecido. El malo, el siervo. De ahí la importancia de una obra como Exterminad a todos los salvajes. Aunque rotundamente veraz, la serie no pretende ser un análisis puro de sucesos históricos, sino ofrecer otro punto de vista que se rebela para postularse en condición de igualdad. Otra historia. Otra Historia necesaria.
