Opinión

Los Reyes Magos existen

Asediado por las preguntas inquisitivas de su primogénito, un niño racionalista al que no le terminaban de cuadrar ciertos detalles, mi padre insistía en que los Reyes Magos sí existían, aunque en el mundo de la ilusión. Bueno, él sabía explicarlo sin que sonase cursi. El asunto es que, con el tiempo, he llegado a la conclusión de que tampoco le faltaba razón. Imaginarios o no, desde el momento en que son unas figuras capaces de condicionar el comportamiento y las emociones –la vida, en definitiva– de millones de niños, los Reyes Magos ya adquieren una cualidad de existencia que no se puede desdeñar. Tienen presencia en la realidad, influyen sobre ella. Existen, por tanto.

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