Opinión

Indomable hasta el último día

MUCHOS ENTRENADORES tienen una trayectoria digna de ser relatada en un libro. La de Luisito solo podría ser contada de forma fidedigna en una película. Y no sería necesario que el director y el guionista adornasen la realidad para dramatizar. Con captar sus gestos, palabras, decisiones y vivencias tendrían suficiente para sobresaltar y enganchar a su audiencia.

Todo lo que rodea al técnico de Teo tiene un componente teatral, con final triste o feliz, pero siempre digno de ser recreado en escena.

Luisito, el hombre que lloró después de devolver al club a Segunda B, el que batió el récord de partidos seguidos al frente del equipo granate en Liga, el que se cagó en el play-off en Coruxo, llegó a la sala de prensa de El Prado "muerto", según el mismo

Luisito no fue diferente en su despedida al resto de sus días durante los tres años y un par de semanas que hasta ayer llevaba en el Pontevedra.

Luisito, el hombre que lloró después de devolver al club a Segunda B, el que batió el récord de partidos seguidos al frente del equipo granate en Liga, el que se cagó en el play-off en Coruxo, llegó a la sala de prensa de El Prado "muerto", según el mismo, y soltó la bomba.

El técnico que grita a los futbolistas en los entrenamientos, que los lleva al extremo física y mentalmente, que no oculta públicamente su enfado con ellos si yerran en los partidos, dijo que se va.

La situación deportiva, completamente nueva desde que alcanzó el banquillo de Pasarón, lo ha llevado a optar por irse. En sus palabras, en su tono de voz, en su forma de expresarse, se percibió una falta de energía propia de un hombre derrotado.

En cuatro campañas ha conducido al Pontevedra a Segunda B y después a la promoción por el ascenso. Lo ha hecho soñar en una temporada en la que estuvo coqueteando con el play-off y en otra en la que lo acabó disputando. Pero viéndose incapaz de dar la vuelta a la situación actual tomó la honrada decisión de hacerse un lado y dejar que el Pontevedra siga su camino sin él.

Habrá que ver si su determinación tiene vuelta atrás, ya que el consejo de administración no la aceptó. Ahora deberá convencerlo para que continúe.

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