Opinión

Rizando el pañuelo

LA SENTENCIA del Tribunal de Justicia de la UE que da la razón a una empresa al prohibir el pañuelo de una de sus trabajadoras cara al público lleva a pensar que sí existe la república independiente de nuestra casa y no es solo una estrategia publicitaria. Respetar el libre albedrío es lo ideal. Que todo el mundo vista y se peine como desee porque, además, la libertad religiosa es un derecho en Europa y la libertad de empresa no puede ir en contra. Visto así, ni se puede obligar a una azafata a vestir falda en lugar de pantalón ni tampoco exigirle a una empleada ir con la cabeza descubierta. Es respetable pero la empresa es dueña de su imagen ante los clientes. Aquí chocaría al pasaje un piloto usando falda o que el personal español de facturación exhiba montera torera y el tatuaje de ‘'nasío pa matá' ’al aire en el antebrazo. Tanto derecho tendrían si no fuera porque en Europa, donde todavía es obligatorio sacar la foto del carné a cara descubierta, tampoco se estilan collares de flores ni recibimientos polinesios en los aeropuertos. No veo discriminación religiosa en evitar el velo islámico, exigir que los crucifijos vayan bajo la camisa o que los trabajadores no exhiban marcas comerciales en la pechera.

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