Opinión

Ascensores sociales y conocidos

DOS ESTUDIOS universitarios, complementándose, introducen unos interesantes matices en la importancia de la formación educativa. Coordinado por el catedrático de sociología de la Uned, Miguel Requena, “La educación como instrumento para la movilidad social” es el título del primer dosier del nuevo Observatorio Social de “La Caixa”. Obra del trabajo conjunto de las profesoras Olga Cantó del departamento de Economía de la Universidad de Alcalá de Henares y Silvia Avrán de la Universidad de Essex (Reino Unido) es “Resultados del mercado de trabajo y origen familiar. Evidencia de 5 países europeos durante la recesión”. Aunque sea con unas sucintas pinceladas, puede resultar interesante realizar una aproximación a los mismos.

El primero de ellos incide en el papel de ascensor social de la educación. Cuanto más baja es la ascendencia social de partida, mayor es la ventaja que otorgan las titulaciones, aspecto aparentemente ignorado de modo manifiesto por gran parte de los padres de las clases bajas y medias de este país a tenor de su “modus operandi” diario en lo relacionado con la formación de sus vástagos. Mientras las posibilidades de acceder a puestos dirigentes de los universitarios procedentes de estratos sociales bajos multiplica por 14 a los de su misma condición económica cuyo bagaje final fue únicamente la de finalizar Secundaria, en las clases medias la posibilidad es de tres a uno; y simplemente doble entre los miembros de la cúpula social. A la inversa, el riesgo de descenso social guarda relación con la titulación académica. En el segmento más bajo permanecen en el mismo el 60% de quienes no han superado Secundaria. Frente a ellos no promociona el 52% de quienes lo han logrado. La cifra se reduce al 17% entre quienes consiguen un título universitario. Dentro de este dosier de “La Caixa” destaca una de las conclusiones de la entrevista realizada a Jane Waldfogel, catedrática de la Universidad de Columbia. Según esta experta en educación, la mayor parte de las diferencias en el rendimiento escolar se deben a disfunciones que se gestan a edad muy temprana, en la educación infantil.

El trabajo de campo del otro trabajo abarcó cinco países: España, Holanda, Italia, Polonia y Reino Unido. Mediante el análisis y comparación de las estadísticas de distribución de la renta (EU-SILC) de 2005 -antes de la crisis- y 2011 -en plena crisis-, se intentó realizar una aproximación a la incidencia del origen social en las expectativas laborales de los jóvenes. ¿Influye el estatus social de la familia a la hora de conseguir un puesto de trabajo y en la calidad del mismo, o es una variable marginal? Según el estudio, depende del país. Holanda es donde el origen social familiar es menos determinante a la hora de conseguir un trabajo bueno y bien remunerado. La otra cara de la moneda la conforman Italia y España. En ambos países las amistades, los contactos constituyen un elemento desequilibrante de gran importancia, pues “entre dos personas con la misma formación pero descendientes de familias distintas a nivel social, tendrá más posibilidades de encontrar un buen empleo aquella que pertenezca a una familia con posibles”. Dicho de otro modo, priman los conocidos sobre los conocimientos.

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