Opinión

Brecha laboral española

ESPAÑA SE rompe. Semejante aseveración no la genera ninguna subjetividad secesionista. Por el contrario, la base de esta afirmación es objetiva y aséptica. La fuente son los datos proporcionados por los deciles salariales de la última Encuesta de población activa (Epa) y el Instituto Nacional de Estadística (Ine). Más oficial, mposible. La fotografía resultante muestra una España de dos velocidades, la del norte –donde como en otras ocasiones Galicia marca la nota disonante- y la del sur.  Resumido todo en un flash: el sueldo medio bruto de un trabajador del País Vasco –primeros de la lista- supera en 622 euros al mes al de un homólogo suyo de Extremadura –comunidad autónoma con los salarios más bajos de España-.

Por encima de la media y de mayor a menor importe salarial aparecen el citado país Vasco, Madrid, Navarra, asturias, Cataluña y Cantabria. Por debajo de la media en orden decreciente tenemos a La Rioja, Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Galicia, Baleares, Comunidad Valenciana, Andalucía, Canarias y Murcia. Como queda dicho, Extremadura aparece como portadora del farolillo rojo en cuestión de percepción de sueldo por parte de los trabajadores. Sorprendente resulta la casi perfecta simetría lograda por la brecha salarial y el nivel de desempleo. Juzguen ustedes. Si atendemos a la tasa de paro mostrada por el tercer trimestre de la Epa de 2017, de mayor a menor porcentaje de desempleo, la relación es la siguiente: Andalucía, Extremadura, Canarias, Castilla-La Mancha, Murcia, Comunidad Valenciana, Galicia, Castilla y León, Asturias, Cantabria, La Rioja, Cataluña, Madrid, País Vasco, Navarra, Aragón y Baleares. En su conjunto, la situación es resultado de la especialización productiva de cada zona. Frente a un norte donde se concentra la mayor parte del tejido industrial se alza un sur dominado por la agricultura y cierto sector servicios.

Un hecho incuestionable proporcionado por las dos fuentes de datos citadas es la reactivación del empleo en España, sobre todo del más precario. Como consecuencia, el salario medio disminuyó en 2016 un 0,8% respecto al año anterior. Si los trabajos en el hogar, el campo y la hostelería son los peor pagados, en el polo opuesto aparecen las actividades financieras y el suministro de energía y agua. En un orden  de  cosas  similar, la mayor parte del empleo español corresponde  a  actividades de escaso nivel tecnológico; mientras, poco más del 7% del total de ocupados lo hacen en terrenos de tecnología media o alta. En ese aspecto parece no hemos sacado ninguna conclusión positiva de la crisis económica y seguimos incidiendo en errores del pasado. A modo de ejemplo, el 91% de los puestos de trabajo creados en los tres últimos años han sido de nivel tecnológico bajo. El cambio de modelo productivo genera la impresión no estar en nuestro horizonte. Aspecto a tener también muy en cuenta en función de las cifras proporcionadas por la Epa, por la Encuesta de población activa, es la caída, precisamente, del volumen de población activa española. En estos momentos es menor en casi 800.000 a la existente en 2012.

Comentarios