Opinión

Controversias educativas

INGER ENKVIST es catedrática emérita de Filología Hispánica en la Universidad sueca de Lund y miembro de la Academia argentina de ciencias políticas y morales. Entre sus galardones aparecen la Orden española del Mérito Civil y el premio Cervantes Intercultural. Eje central de la investigación de esta destacada hispanista son las obras de Mario Vargas Llosa y Juan Goytisolo. Miembro del Consejo académico de la Cátedra Mario Vargas Llosa en la Biblioteca virtual Miguel de Cervantes, Enkvist es, ante todo, una gran experta del sistema educativo español. Hace poco más de un mes ha publicado en España un libro de obligada lectura sobre nuestra maltrecha enseñanza, Controversias educativas. Sigue la estela de la anterior demoledora La buena y la mala educación.

La autora sueca ha sido durante las últimas décadas una de las voces más críticas de la Nueva Pedagogía, corriente de la enseñanza que a pesar de llegar de forma tardía a España ha alcanzado en nuestro país el paraíso. Conocida es la máxima de la Nueva Pedagogía de corresponder al alumnado el fijar su proceso de aprendizaje, limitándose los docentes a ser unos simples facilitadores de sus deseos. Según la citada metodología, los centros de enseñanza no son lugares de adquisición de conocimientos, sino espacios donde el alumnado alcanza la felicidad. Enkvist se sitúa en sus antípodas. Entiende que en un marco laboral cada vez más competitivo a nivel mundial es necesario poseer una sólida formación. La misma únicamente se logra con trabajo, esfuerzo y superación.

En Controversias educativas, especial atención merece el análisis del uso político de la educación, "porque la educación ha sido secuestrada por los políticos, que la usan en favor de los intereses de sus partidos. No es algo que ocurra solo en España, sino en otros países occidentales, donde cada formación política que llega al poder piensa que tiene derecho a utilizar la escuela para sus propios fines y como moneda de cambio para resolver otras cuestiones que considera más urgentes" (p. 37). Sobre el proyecto de ley educativa del tándem Sánchez-Celaá entiende "es un texto redactado por políticos, y no por estadistas, que tiene como objetivo ganar puntos para su partido en lo inmediato" (p. 49). El adoctrinamiento escolar español lo considera "muy visible y sorprendente para el mundo moderno. Sobre todo porque se muestra sin tapujos. (...) Lo interesante es ver cómo el adoctrinamiento va en contra de los fines de la educación, que son enseñar datos comprobados y pensar de manera racional" (pp. 51-52). Si damos un salto en el libro, dubitativa se muestra sobre el futuro, pues "es imposible adivinar lo que va a suceder" (p. 179). Como buen colofón podemos recoger una brillante y lapidaria afirmación, real como la vida misma: "Hay padres, producto de la nueva escuela, que son complacientes con el bajo nivel de sus hijos" (p. 179).

Controversias educativas es un óptimo regalo de Navidad, incluso para miembros de la clase política. Se podrá estar de acuerdo o no con su contenido, pero no generará indiferencia.

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