Opinión

El Borrón o Verrón

LA EXPERIENCIA generada por los años debería haber cauterizado a quien escribe su capacidad de sorpresa. Sin embargo, surgen casos donde es necesario restregarse de modo reiterado los ojos para aceptar lo contemplando. Una especialista en normalización lingüística del callejero pontevedrés nos ha brindado un buen ejemplo de lo afirmado a raíz de su intervención en el acto celebrado por la RAG en Pontevedra el pasado 19 de octubre. Entre otras declaraciones de la experta, Diario de Pontevedra recogía la siguiente: "o Borrón era o espazo no que vivía o ser mítico de esta cidade por excelencia, Urco. Estaba á beira do Lérez, nalgunha parte do que era a Xunqueira. É un lugar definitivamente moi importante na historia de Pontevedra".

Únicamente en lo último y en su recuperación para el callejero estamos de acuerdo. Si dejamos al margen la consubstancial confusión entre mito y realidad de los nacionalistas, el Borrón o Verrón —la alternancia se mantiene a través de los siglos— aparece ligado al núcleo urbano desde los primeros momentos; pero en la trama urbana, no en su periferia. Armas Castro en su magnífica Pontevedra en los siglos XII al XV, fruto de su espléndida tesis doctoral, localiza en el siglo XIII la aparición del término rúa en el callejero pontevedrés y son tres: de Petro Ferron, dos Meendiños y de Verron.

Su existencia la mantiene en el siglo XV. Para las centurias modernas, quien estas líneas escribe ha encontrado el Borrón o el Verrón de forma reiterada en todo tipo de documentación. En la eclesiástica, múltiples ejemplos tenemos en la sección Clero del Archivo Histórico Nacional. Una magnífica fotografía de su ubicación en 1606 la brinda el legajo L 9976 de la citada sección. Allí, el bachiller Montemeán y Lázaro Gómez ceden al monasterio de la Armenteira "la casa de soton e sobrado que tenemos y esta sita en la dicha villa de Pontevedra y en la plaça que se dize da Pedreira de junto al barrio del Borron como se biene de la puerta de Santa Clara".

El Borrón aparece en repetidísimas ocasiones en la documentación municipal. Sirva como ejemplo una de las condiciones impuestas a los jesuitas para la construcción de su centro de enseñanza: "dicho Colegio se ha de fundar en esta dicha villa en el Barrio del Borron". La instalación debió provocar algún cambio, pues en la documentación notarial, donde prolifera el Borrón, en 1805 don Manuel Vilar vende a Don Pedro Carrera "la quarta parte de la casa en que actualmente habitan los compradores sita en la calle de la Pedrera o por otro nombre Borron".

La eliminación de las murallas pudo cambiar el lugar del Borrón de nuevo, pues en 1905, dentro del proceso iniciado dos años antes por Casimiro Gómez para construir la actual avenida de Buenos Aires, según el periódico El Áncora el vial debería partir "del malecón del Borrón o de la carretera de la Seca". Ahora bien, no debemos olvidar la existencia de la puerta del Borrón, del peirao del Borrón y de varios cercos —artes de pesca— del Borrón; pero el Borrón, secularmente estuvo dentro del núcleo murado. Caso muy diferente es el desarrollo de la próxima entrega de la Guerra de las Galaxias en el Puente del Burgo.

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