Opinión

Grecia y sus circunnavegantes

HACE UNOS días los medios de comunicación recogieron una noticia que provocaría el mayor sonrojo en el país causa de la conmemoración realizada en otro, debido a la inacción mostrada en el primer país citado con el motivo de la celebración. En muchos países el desdén mostrado por Galicia, Pontevedra provincia y Pontevedra ciudad con la primera circunnavegación provocaría dimisiones en cadena. Nada de eso ha sucedido aquí. Así se aventuraba en esta columna el 4 de enero de 2019. 

Con actos culturales y erección de monumentos en las islas de Rodas y Quíos se ha rendido homenaje en Grecia a sus paisanos participantes en la primera circunnavegación del planeta. Nueve fueron los griegos intervinientes en la odisea. Tres de la isla de Quíos, tres de la de Rodas -ambas en el mar Egeo-, dos de la ciudad de Nauplia en el Peloponeso y uno de la isla de Corfú en el Jónico. Cinco de ellos sobrevivieron. Destacó la figura de Francisco Albo, piloto mayor de la Victoria y redactor del "Derrotero", diario de navegación que ha llegado a nuestros días. Por su minuciosidad náutica y geográfica, el "Derrotero" es hoy en día una pieza clave en la historia de la navegación mundial. Uno de los actos celebrados en Grecia fue la presentación de una edición trilingüe -griego, inglés y castellano- del "Derrotero". De los cinco griegos que regresaron, destacaron por su actividad posterior Nicolao Griego y Miguel de Rodas. El primero se convirtió en armador y formó parte - logró regresar- de una infernal expedición a Tierra de Fuego. En el caso de Miguel de Rodas llegó a ser todo un "pata negra" de la ortodoxia católica hispana al conseguir el nombramiento de Caballero de Santiago. 

Como escribía el 4 de enero de 2019, doce fueron los gallegos que partieron de Sanlúcar de Barrameda: Antón de Noia, Juan Gallego de Pontevedra, Luis de Beas de Galicia, Luis de Avendaño, Rodrigo Nieto, Gonzalo de Vigo, Joanes de Tui, Diego Carmena Gallego, Rodrigo Gallego, Vasco Gómez Gallego (padre), Vasco Gómez Gallego (hijo), y Gonzalo Gallego. Juan Gallego de Pontevedra, grumete de la Trinidad, era natural de la villa del Lérez. Luis de Beas de Galicia es considerado pontevedrés por muchos autores. En caso de no serlo debió pasar muchos años de su vida asentado en Pontevedra. De los doce gallegos que partieron de Sanlúcar, únicamente dos lograron finalizar el periplo: Diego Carmena Gallego y Vasco Gómez Gallego. Ambos eran de Baiona. ¿Cuál fue el recuerdo y el homenaje tributado por las instituciones gallegas hacia estos hijos de Galicia que demostraron la redondez de la Tierra, contribuyendo la mayoría de ellos con su vida al decisivo conocimiento? Ninguno.

Ni la Xunta de Galicia, ni las diputaciones -en especial la Diputación de Pontevedra-, ni el conjunto de ayuntamientos -por lo que nos atañe en este caso, el Ayuntamiento de Pontevedra- . Mientras Grecia honra a sus hijos, muchos gallegos sienten vergüenza de la gesta de sus convecinos. Resulta triste y lamentable, pero es la pura realidad.

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