Opinión

Innovación y Tecnologías Inteligentes

EL PASADO jueves 13 del presente mes, Santiago Lago, director del Foro Económico de Galicia, calificó al actual como un "momento crítico". Fue en la presentación del informe número 29 del citado foro de la economía gallega. Su título, Innovación y Tecnologías Inteligentes. Los autores, Senén Barro y Lasse Rouhiainen. La causa de la afirmación, porque "estamos ya ante la cuarta revolución industrial...tirando a la quinta".

La consultora McKinsey es una de las fuentes utilizadas en el estudio. Según sus datos, a día de hoy, la Inteligencia Artificial podría incrementar la economía mundial en un 16% en solo una década. Representaría el doble de lo aportado por las tecnologías de la información en la presente centuria, el triple del impacto de la robotización industrial en la última década del siglo pasado y cuatro veces más de lo producido por las máquinas de vapor durante toda la centuria decimonónica. El análisis realizado recientemente por Accenture sobre el previsible impacto de la Inteligencia Artificial en una docena de países desarrollados, entre ellos España —recogido por el trabajo del Foro Económico de Galicia—, indica "podría doblar el crecimiento económico anual en 2035". En el caso de España, el análisis estima la posibilidad de "pasar a una tasa de crecimiento anual estimada de 1,7% a 2,5% a través de la adecuada integración de la IA en la economía". 

Informaciones interesantes y muy a tener en cuenta del "Informe sobre el futuro del empleo en 2018", obra del Foro Económico Mundial, también aparecen en el estudio. Una de las conclusiones centrales es la que calcula un incremento del 29% al 42% del número de horas de trabajo realizado por las máquinas entre 2018 y 2022. Como consecuencia, "75 millones de puestos de trabajo pueden desplazarse de los seres humanos a las máquinas". Bien es cierto, la situación generará nuevos puestos de trabajo. Pero es precisamente ahí donde surge una paradoja. "Muy pocos de los que pierdan sus empleos por la automatización inteligente podrán hacerse con uno de estos nuevos puestos de trabajo" al no tener aptitudes y conocimientos para ellos. Al mismo tiempo, la "innomatización" —la innovación permanente alrededor de la automatización inteligente— definirá la competitividad de una empresa a medio y largo plazo y requerirá un nuevo tipo de liderazgo empresarial que tenga en cuenta su importancia en el mundo de las Tecnologías Inteligentes.

En la presentación se ha llamado la atención sobre un hecho social a tener muy en cuenta. "Las tecnologías inteligentes tienden a amplificar las desigualdades, a concentrar la riqueza en grupos reducidos". Dicho de un modo más prosaico, los ricos son cada vez más ricos y los pobres más menesterosos. También se incidió en la necesidad de repensar el modelo de formación de los jóvenes. En ese terreno, un protagonismo central le corresponde a la comunidad universitaria. El reto tecnológico reclama un mapa de titulaciones radicalmente nuevo en consonancia con la apuesta.

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