Opinión

La economía gallega

COMO ACONTECE cada tres meses, el pasado día 14 el Foro Económico de Galicia hizo público su tercer informe anual sobre la coyuntura económica gallega. Las entregas constituyen una óptima atalaya para visualizar la realidad de nuestra economía, sus luces y sus sombras. Interpretaciones y debates al margen, conforman una interesante fotografía de Galicia. Coordinado por el ex presidente de la Xunta, Fernando González Laxe, en esta ocasión el estudio es obra de los economistas José Francisco Armesto Pina, Patricio Sánchez Fernández y Santiago Lago Peñas –los dos últimos, subdirector y director, respectivamente, de la institución-.

Demasiado vulnerable, inestable y volátil considera González Laxe el actual modelo económico de Galicia. Según el estudio, nuestra comunidad autónoma ha recuperado niveles pre crisis en datos macroeconómicos y, por tanto, habríamos salido de la misma. Sin embargo, no sucede igual con el empleo y los salarios. Por lo tanto, Galicia crece pero no genera empleo ni logra mejorar los sueldos. A modo de ejemplo, de seguir el estudio de Armesto Pina sobre la evolución de los honorarios, mientras ellos caminan todavía 5 puntos por debajo de los existentes antes de la crisis, los rendimientos de capital se sitúan 9,5 puntos por encima. Unos ingresos de los trabajadores gallegos situados en el furgón de cola de los españoles, pues únicamente los de Extremadura y Canarias son inferiores a los de Galicia.

Nuestro consumo interno ha descendido como consecuencia del desempleo; pero, sobre todo, de unos salarios de subsistencia. De forma paralela, las exportaciones se ralentizan. En este terreno la situación podría ser peor, pues no debemos olvidar el preeminente papel de Inditex. Si hablamos en términos generales, la industria gallega ha sufrido un desplome en los últimos años y ha pasado de representar el 16,5% de la economía gallega en 2008 a ser el 13,5% de la misma en el tercer trimestre de este año a punto de fenecer. Actividades generadas por el “buen tiempo” –hostelería, transporte...- son algunos de los sectores que conforman el envés de la evolución manufacturera. Pero, ¿saben cuál ha sido la actividad de mayor crecimiento? Piensen lo peor y acertarán. El ladrillo, el cemento, la construcción. Los humanos somos los únicos seres capaces de equivocarnos cuantas veces sean necesarias.

Una vez más el volumen de la población activa gallega ha vuelto a caer. “Galicia é a segunda autonomía con peor comportamento tras Estremadura no que atinxe á evolución da poboación ocupada entre os terceiros trimestres de 2007 e 2008”, afirma el estudio. Los jóvenes son los más perjudicados. Tras ocho años y medio de descensos interanuales, Galicia cuenta con 239.200 personas activas en el tramo de edad comprendido entre los 25 y 34 años. En este tercer trimestre, la variación ha sido del -7%, unos 18.100 jóvenes menos como población activa. No debemos olvidar los datos hechos públicos recientemente por la Agencia Tributaria. Según ella, el año pasado 6.767 personas abandonaron Galicia en busca de trabajo, jóvenes en su gran mayoría.

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