EL 22 DE ENERO inició oficialmente la organización Mundial del Trabajo (OIT) la celebración de su primer siglo de vida. Creada el 11 de abril de 1919 dentro del Tratado de Versalles que ponía fin a la Primera Guerra Mundial, este organismo tripartito de naciones Unidas reúne en su seno a representantes de gobiernos, empresarios y trabajadores. Dentro de los eventos citados, el pasado 13 de febrero presentó en Ginebra el informe “Perspectivas sociales y del empleo en el Mundo – Tendencias 2019”. El mismo representa un nuevo y severo varapalo al maltrecho mercado laboral español y condiciona la pretendida bonanza económica del discurso oficial.
“España tiene un problema, el gran uso del contrato temporal, que estaba mejorando pero que ahora empeora”, afirmó el director de Investigación de la OIT, Damian Grimshaw, en la presentación del estudio. la tasa de este tipo de empleo se ha incrementado en nuestro país de forma relevante. Si hace cinco años era del 23% y se estancó entre 2014 y 2016, alcanzó el 26,8% el año pasado. De ese modo se convierte en la cifra más alta desde 2008. Aunque no con la intensidad de España, el problema afecta también a otros países europeos.
Dentro del mundo del contrato temporal sometido a análisis, el informe diferencia entre quienes han optado libremente por esa opción al acomodarse mejor a su estrategia vital y aquellos que no han tenido opción y se vieron obligados a aceptar el imperativo al no disponer de otra alternativa. También aquí sale malparada España y aparece como líder de una opción poco deseada. Más del 85% de los empleados temporales españoles son trabajadores precarios porque no pudieron optar a un contrato mejor. La otra cara de la moneda la presentan Alemania y Austria. Mientras en la primera el 85% de sus trabajadores temporales lo son por libre elección, en el segundo país la cifra alcanza el 90%.
en los contratos de menor duración también se muestra España como campeona indiscutida. Del total de contratos laborales, un 60% tuvieron el año pasado en nuestro país una duración de seis meses o menos. en el extremo opuesto, la historia se repite y nuevamente aparecen Austria y Alemania. Ahora están acompañados de Holanda y Dinamarca. en cualquiera de las cuatro naciones el tanto por ciento de los contratos de seis meses o menos representa menos de 25% del total de contratos temporales.
La OIT también confirma otro dato bien sabido. En España alrededor del 20% de sus trabajadores por cuenta propia –autónomos- están en riesgo de caer en la pobreza al tener unos ingresos inferiores al 60% de la renta media.
Para los actores de tan idílico panorama debe estar destinada esa exuberante eclosión del cemento y el ladrillo que de nuevo se ha enseñoreado de buena parte de España. Una economía, la española, que en estos momentos está creando por cada nueva industria veinte constructoras. No cabe duda, el ser humano es el único animal capaz de tropezar no dos veces, sino en infinitas ocasiones en la misma piedra.
