Opinión

Producción científica universitaria

El proceso de segregación de la Universidad de Santiago de Compostela y la subsiguiente creación de las tres universidades actuales fue considerado en su momento como un hecho positivo por un importante segmento de la sociedad gallega. El escepticismo sobre las bondades de esa decisión hace tiempo nos invadió a otro amplio sector. Sobre el maltrecho estado de la producción científica de las tres universidades gallegas habla con meridiana claridad el estudio "Evolución da produción científica do Sistema Universitario Galego (1999-2018)" de la Real Academia Galega de Ciencias (RAGC). Sus conclusiones podemos sintetizarlas en sendos titulares: "La Universidad de Oporto supera en producción científica a las tres universidades gallegas juntas" o "La producción científica de las tres universidades lusas del norte -Oporto, Minho y Trás-os-Montes- casi dobla a la de sus homólogas gallegas".

Las tres universidades del norte de Portugal también triplican la captación de fondos respecto a las tres gallegas. La situación actual es diametralmente opuesta a la existente hace tres lustros. La crisis y las medidas económicas adoptadas no son el justificante. Sus efectos fueron mucho más duros en el país vecino y las medidas impuestas superaron considerablemente en contundencia a las aplicadas en España. El volumen de profesorado tampoco es la causa, pues el número de docentes de las tres universidades gallegas aventaja en más de medio millar al de las tres portuguesas. En dedicación, las lusas sí superan a las gallegas en personal dedicado a investigación. Como consecuencia, en producción científica la Universidad de Santiago no solo se ha visto desbordada por la de Oporto, sino también tiene a su rebufo a la de Minho. Esa universidad ha superado a las de Vigo y A Coruña en estos quince años. Pisándoles los talones a las dos últimas citadas encontramos ahora, a diferencia de hace tres lustros, a la de Trás-os-Montes de un tamaño considerablemente más reducido -570 profesores-.

Ninguna de las tres universidades gallegas se situó en 2019 entre las 500 primeras en la clasificación de Shanghái. Sus datos permiten al estudio realizar un análisis comparativo con el norte de Portugal, España y Europa. Los resultados son igual de demoledores: "Pódese concluír que o SUG [Sistema Universitario Galego] está a diverxer notablemente en comparación cos sistemas universitarios do entorno (Eurorexión Galicia-Norte de Portugal, España e Europa)".

La producción científica universitaria no es el único caso que genere la impresión de existir un mejor hacer por parte de Portugal. Veamos... Tenemos tres aeropuertos, pero la parte magra corresponde a Oporto. Leixoes comienza a detentar la preeminencia en el transporte marítimo. El vuelco en el asentamiento de industrias al otro lado de la raya parece ser un hecho incontrovertible. Los responsables gallegos de las áreas citadas, unido a alguna otra más, junto con la sociedad gallega en su conjunto, ¿están, estamos haciendo lo correcto? A modo de ejemplo: ¿no sería bueno derivar al área de investigación una parte de la ingente cantidad económica dedicada a fiestas?

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