Opinión

Treinta años de chaqueta metálica

PRECEDIDA DE una fuerte controversia, hace tres décadas se estrenaba en España una de las mejores películas bélicas. La guerra de Vietnam era el telón de fondo de la historia relatada. El acontecimiento tuvo lugar el 22 de enero de 1988. Cuando llegó a España, La chaqueta metálica ya había recorrido buena parte del planeta. El estreno oficial a nivel mundial tuvo lugar el 10 de julio del año anterior en EE UU. De forma paralela, también en Canadá. Dentro de las curiosidades, en el país que había asumido la mayor responsabilidad en la realización del film, el Reino Unido, la película se estrenó el 11 de septiembre de 1987. En Turquía, los espectadores tuvieron que esperar hasta el 6 de octubre de 1995 para poder contemplarla en una pantalla pública.

Como todas las películas de Stanley Kubrick, La chaqueta metálica no dejó indiferente a nadie. Con anterioridad ya había realizado otros dos films de temática bélica. Uno de ellos, otra gran obra maestra: Senderos de gloria (1957). También Fear and Desire (1953), su primer largometraje. Evocando la efeméride, un rotativo de nivel estatal hablaba hace unos días de nostalgia al recordar La chaqueta metálica. Por supuesto tenía toda la razón. Retrocedamos temporalmente, dejémonos llevar por la memoria y hagámonos todos treinta años más jóvenes. Encontraremos entonces a aquellas casi dos horas de metraje y los brutales métodos del sargento Hartman interpretado por R. Lee Ermey. Por cierto, un militar auténtico. Pero también a Matthew Modine y su inolvidable Recluta Bufón, un personaje capaz de portar tanto el símbolo de la paz como llevar por bandera a modo de frontispicio en su casco el lema "Born to kill". Por supuesto el homenaje no puede olvidar a Cowboy (Arliss Howard) y a Patoso (Vincent D"Onofrio). Como borbotones, todo un calidoscopio de emociones afloran a nuestra mente.

Tampoco podemos omitir que el cine es magia y una maravillosa gran mentira. El Vietnam que vimos era una falacia. La película fue rodada en el exilio londinense del genio neoyorquino. No pudo realizar la grabación en su país. La ciudad vietnamita de Hue era en realidad una antigua fábrica de Londres que iba a ser demolida. Las palmeras eran tan asiáticas como es un mendicante contemplativo quien escribe. Españolas cien por cien. Desechadas las de plástico importadas de EE UU por inverosímiles, fueron sustituidas por 200 auténticas llevadas de Canarias. No podemos ni debemos dejar en el tintero que frente al mes de tiempo medio de los rodajes actuales, Kubrick empleó casi dos años en filmar La chaqueta metálica. El buen vino necesita mucho tiempo de reposo.

En octubre, en concreto el 17 de octubre, se cumplirá medio siglo del estreno en España de otra obra maestra de este gran director. El film había sido proyectado por primera vez el 6 de marzo en EE UU. La película contiene una de las escenas más icónicas del cine. Recordemos: un primate, un hueso... Esperemos poder entonces rendirle un modesto homenaje.

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