Los animales salvajes no son mascotas. Al menos con esa enseñanza se tuvo que quedar este ciclista, que intentó salvar a un jabalí que descendía nadando por un canal de agua.
Haciéndole gestos y carantoñas como si fuera un gato doméstico, el deportista avisaba al animal para que fuera hacia la orilla. Y vaya si fue.