Con la parte delantera destrozada, el parabrisas roto y sin un motor. Así consiguió aterrizar de emergencia un vuelo que viajaba de Santiago de Chile a Asunción de Paraguay.
Cuando la aeronave atravesó una tormenta de granizo, comenzaron unas fuertes turbulencias que hicieron que los pasajeros temiesen por sus vidas. Tras declararse la emergencia, y ante los numerosos gritos que se escuchaban en una cabina que se quedó a oscuras, el avión consiguió aterrizar en el aeropuerto Silvio Pettirossi de la capital paraguaya.
Un aterrizaje que podría calificarse de milagro al observar el estado final en el que quedó la nave.