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Vecinos de Pazo Besada denuncian la presencia de "grandes" ratas

Varios vecinos de la urbanización Pazo Besada, en la parroquia de San Salvador, llevan semanas manteniendo distancias con el emblemático palacete y sus alrededores. La razón es la presencia de ratas de gran tamaño; tanto, que, tal y como afirma una residente, más que roedores "parecen conejos o ardillas americanas". A pesar de que el Concello de Poio contrató este mismo mes de octubre a una empresa especializada para tratar de erradicarlas, las alimañas continúan campando a sus anchas por este espacio.

Como no podía ser de otra manera, esta situación está provocando una importante inquietud entre quienes viven en este núcleo de la localidad más poblada de Poio. "Son inmensas, enormes", señala una vecina, que asegura que ya no se atreve a pasear a su perro por esta zona, por miedo de que estos animales acaben atacando a su mascota.

Fuentes de la Administración municipal apuntan que la firma encargada de llevar a cabo la desratización, Pragal, está trabajando a pleno rendimiento. Sin embargo, la eliminación de estos roedores, que son capaces de reproducirse a una gran velocidad, no es sencilla. "Non é algo que se poida facer dun día para outro", señalan desde el Consistorio.

Varias ratas en la urbanización Pazo Besada. DPLA LLUVIA, UN PROBLEMA. De hecho, los operarios llevan actuando en Pazo Besada desde hace unos 20 días aproximadamente. Sin embargo, las condiciones meteorológicas tampoco ayudan, ya que la lluvia caída desde prácticamente principios de octubre dificulta de forma notable esta actuación. Los vecinos confirman que advirtieron de la presencia de las ratas al Concello hace unos meses.

Sin embargo, no parece que el número de alimañas haya descendido. "Da la sensación de que cada día hay más", señala la misma vecina, que asegura que algunos residentes también las han visto en el interior de la propia urbanización. "No sabemos qué pasará si, por ejemplo, empiezan a meterse en los garajes", alerta.

No es fácil explicar las razones que han llevado a las ratas a "asentarse" en este emplazamiento. Quienes denuncian su presencia coinciden a la hora de aventurar que "aquí lo más probable es que encuentren mucha comida; hay bellotas y castañas a montones". Otro factor podría ser el estado de abandono del entorno del emblemático pazo. Además, en la urbanización se pusieron en marcha hace meses unas obras que, según señalan los residentes, "llevan paralizadas mucho tiempo". Ahora, con la llegada de las lluvias otoñales, "hay zonas que se han convertido en lodazales".

Algunos residentes expresan su preocupación por la posibilidad de que la presencia de roedores esté motivada por el estado de abandono en el que se encuentra una finca situada en la parte de atrás del antiguo Hotel Los Castros, donde existe un foco de suciedad muy marcado.

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