La cocaína incautada este año en Pontevedra pagaría 15 estadios de Pasarón

Presentación del alijo de A Pobra con Antonio Duarte (d), jefe de la Udyco Central. DP

Los operativos del Greco Galicia, algunos de ellos ejecutados de forma conjunta con otras unidades y con la Guardia Civil, marcan un nuevo récord en los diez primeros meses del año: cocaína por valor de 300 millones de euros y 87 detenidos

Desde la operación Brujas, acción policial que ofreció en primicia Diario de Pontevedra a principios de enero y que tuvo entre sus escenarios el centro comercial Vialia de Vigo, hasta la operación Traba, con el hallazgo de casi 4.000 kilos de cocaína en un remolcador dirigido a las Rías Baixas la semana pasada, la Sección Greco Galicia de la Brigada Central de Estupefacientes ha completado 14 grandes investigaciones.

Los diez primeros meses de 2025 han servido para constatar la eficacia policial en Pontevedra (no solo de esta unidad, sino también de las Udyco y de las dos puntas de lanza de la Guardia Civil, el EDOA y el ECO, y de Vigilancia Aduanera), pero también para poner de manifiesto una realidad incontestable: los narcos siguen apostando por Galicia para la introducción de grandes alijos.

Y una clara muestra de ello es el hecho de que, si trasladamos la cocaína intervenida a dinero que pierden los narcos, comprobamos que la cifra es mareante: 300 millones de euros, solo teniendo en cuenta su venta al por mayor –su rendimiento es muy superior cuando llega a la calle–. Haciendo cálculos, los beneficios arrebatados a los narcos servirían para cubrir el presupuesto anual de la Deputación Provincial y aún sobraría dinero, o cubriría hasta 15 veces el coste del estadio de Pasarón.

Los narcos pierden mucho, pero les renta. Insisten. Los precios en los canales clandestinos siguen muy bajos. Todo ello indica que, a pesar de las caídas, consiguen colocar cargamentos lejos de los ojos y los oídos de las autoridades. 

Los primeros golpes del año

Por orden cronológico, la primera gran acción de los Greco se desarrolló en Vigo, tanto en Vialia como en Bembrive y en el puerto. Allí fueron detenidas nueve personas y se incautaron 1.287 kilos de cocaína que llegaban por el puerto. Las Udyco de la provincia y también la de Málaga colaboraron en el operativo. 

Solo unos días después tuvo lugar en Vilanova de Arousa la operación Baroña, con 8 personas detenidas y apoyo de la Guardia Civil. Allí cayó la primera célula de la Mafia Albanesa que intentó introducir un alijo en planeadora por su cuenta. No lo consiguió. 

Poco después se produjo la conocida llegada del narcosubmarino de la ría de Muxía-Camariñas ante la que nada pudieron hacer las autoridades, lo que supuso un respiro para los narcos. 

Nuevos métodos y hallazgos sorprendentes

Ya en primavera, tras una redada en Asturias en la que cayó un grupo dedicado a recoger cocaína de mercantes, se registraron dos decomisos en cofres de mar de grandes buques, bajo la línea de flotación de los mismos, que precedieron a la detección de un modus operandi desconocido: las motos acuáticas submarinas, llamadas seabob, que permitían acceder a la parte sumergida de los barcos desde el fondo marino y a distancia, sin ser vistos. 

En los meses posteriores continuaron los operativos, entre los que destacó el hallazgo de un laboratorio que, a cargo de los mismos agentes de la Comisaría pontevedresa, se localizó cerca de Madrid. Allí se intervinieron 160 kilos de cocaína. 

Los grandes alijos del verano

Sin embargo, habría que aguardar hasta después del verano para los hitos más relevantes en cuanto a cantidad de droga incautada que, además, se produjeron con apenas un par de meses de distancia entre sí. El más mediático de todos tuvo lugar en A Pobra do Caramiñal, donde los agentes consiguieron impedir que una organización con bases en ambas caras de la ría de Arousa y también en la de Muros y Noia ocultasen un alijo de 3.560 kilos de cocaína que llegó a Galicia en semisumergible. La escasez de medios impidió la captura del aparato, que acabó en el fondo del mar, pero el trabajo policial permitió la incautación de un remolque, primero, con la mitad del alijo, y la localización en una zona boscosa, después, del resto. Además, los policías consiguieron detener no solo a los tres tripulantes del aparato que llegaron desde Sudamérica, sino también a los presuntos receptores de la droga en tierra

Octubre, cierre con dos grandes alijos

Los dos últimos operativos tuvieron lugar durante el pasado mes de octubre. El primero de ellos, en el marco de una operación internacional, sirvió para detener a cuatro personas que se dirigían a Galicia en narcolancha con 2.400 kilos de cocaína. El abordaje, con disparos a los motores incluidos, corrió a cargo de la Armada de Francia, que entregó a los sospechosos a la Policía en A Coruña. 

El último gran alijo, hace apenas una semana, se intervino en las caletas de un remolcador procedente de Panamá y que tenía por destino el puerto de Vigo. Transportaba cerca de cuatro toneladas de cocaína. 

La Guardia Civil, por su parte, a través del EDOA de la Comandancia y del ECO Galicia de la Unidad Central Operativa, ejecutó asimismo varias acciones exitosas, entre las que destacó una en la que se incautaron más de dos toneladas de cocaína. 

Fue en el marco de la operación Olimpia, cuando la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil dio un importante golpe a una red criminal con bases en Galicia que tenía capacidad para introducir grandes cantidades de cocaína entre pieles de bovino que recibía a través de los puertos de Portugal. La fase final fue en septiembre.

Cooperación internacional en el Atlántico

Por otra parte, en el mes de febrero de este año, el Centro de Análisis de Operaciones Marítimas sobre Narcotráfico (MAOC-N)  acogió una reunión secreta entre los responsables antidroga de los distintos países allí representados. Se acordó la creación de un grupo de trabajo conjunto para constatar una realidad de la que ya había dado cuenta este periódico: la presencia de narcolanchas en el Atlántico para recoger cocaína, incluso a grandes distancias de la Península.

El resultado de la acción, concluida este mes de octubre, fue la localización de 19 de estas embarcaciones en la zona objeto de vigilancia, la mayor parte de ellas en actitud de espera y otras ya cargadas con combustible para abastecer en altamar a sus compañeros de faena. La guinda fue la interceptación de una que, al Norte de la isla de Madeira, se dirigía a Galicia después de haber recogido 2.400 kilos de cocaína. Los arrestados y la droga fueron trasladados, como se sabe, al puerto de A Coruña. El área de vigilancia es amplísima, situada entre los grandes archipiélagos del Atlántico Este: desde el Norte de Cabo Verde hasta el Norte de Madeira, pasando por el Oeste de Canarias y el Sur de las Azores.

Las autoridades observaron embarcaciones en aguas internacionales y en actitud de espera, en imágenes que ya se habían visto en el Estrecho y que se han exportado al Atlántico.