Esta aldea de Pontevedra lleva una década vacía y tiene una 'gemela' lucense también deshabitada

Este rincón, una de las 172 aldeas deshabitadas de la provincia de Pontevedra, forma parte del mapa silencioso del rural gallego y refleja cómo el éxodo hacia las ciudades sigue vaciando los pueblos del interior.
La aldea de Regotraveso, en Forcarei. XOAN ARCO DA VELLA
La aldea de Regotraveso, en Forcarei. XOAN ARCO DA VELLA

Lleva más de diez años vacía, pero su nombre sigue resonando entre quienes exploran las parroquias del interior pontevedrés. Situada en la parroquia de Santa Mariña de Presqueiras, en el municipio de Forcarei, esta pequeña aldea se quedó sin vecinos en 2014, según los registros oficiales del Instituto Galego de Estatística (IGE). Hasta ese año, mantenía censado a un único habitante, un hombre que fue el último en abandonar un lugar que, hasta 2010, todavía contaba con tres residentes: dos mujeres y un hombre.

Hablamos de Regotraveso, uno de los tres núcleos del municipio de Forcarei que hoy figuran sin población en el nomenclátor oficial, junto a Ameixeiras y Pereira, de acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

En apenas una década, el nombre de esta aldea ha pasado de formar parte del padrón municipal a sumarse a la lista de las 172 aldeas sin vecinos que aún conserva la provincia de Pontevedra, un fenómeno que se ha extendido lentamente por todo el mapa gallego.

El mapa del silencio rural

Según el INE, Galicia sumó en 2024 1.912 núcleos totalmente deshabitados. Con algo más de 2,7 millones de habitantes, la comunidad gallega es la quinta más poblada del país, pero también la que presenta una mayor dispersión territorial, con 30.486 entidades singulares de población.

La despoblación avanza a un ritmo constante: en el último año, 32 lugares más se quedaron sin vida. Solo Pontevedra logró revertir ligeramente la tendencia, recuperando un núcleo en el que alguien volvió a empadronarse. Aun así, el balance provincial sigue siendo preocupante: 172 aldeas vacías y 85 con un solo morador, muchas de ellas en la montaña o en zonas rurales alejadas de los ejes de comunicación.

El municipio de Forcarei, enclavado en la comarca de Tabeirós-Terra de Montes, es un ejemplo claro de esa dualidad entre la vida rural y el abandono progresivo. De sus más de 180 núcleos, tres permanecen sin habitantes.

Del campo vivo al éxodo

Hasta mediados del siglo XX, aldeas como Regotraveso eran espacios agrícolas activos, sostenidos por una economía familiar basada en el trabajo del campo y la ganadería. Pero el paso de las décadas, la falta de relevo generacional y la migración hacia los núcleos urbanos de Pontevedra o Vigo acabaron por vaciar las casas.

La edad media de los habitantes de los pueblos de menos de 50 vecinos en España se sitúa en los 54,3 años, según el INE, lo que refleja el envejecimiento general del rural. En Galicia, esa media se eleva incluso más en zonas como Terra de Montes, donde buena parte de la población supera los 65 años.

A este factor se suma la falta de servicios básicos –como transporte público, conexión digital o atención sanitaria cercana–, lo que empuja a las nuevas generaciones a instalarse en áreas con más oportunidades laborales y educativas. El resultado es un abandono progresivo del patrimonio rural, con aldeas enteras que han quedado vacías en apenas una o dos generaciones.

Una provincia con contrastes

Pontevedra es, junto con Lugo, una de las provincias donde más se percibe el desequilibrio territorial. Mientras municipios como A Cañiza (con 29 aldeas vacías) o la propia capital (21) encabezan la lista de concellos más afectados, otros 26 ayuntamientos mantienen todas sus aldeas habitadas.

El caso de Forcarei se sitúa en un punto intermedio: sin llegar a los niveles de despoblación extrema de la montaña lucense, sufre igualmente los efectos del envejecimiento poblacional y el éxodo rural, que han dejado un paisaje de parroquias semivacías y casas abandonadas.

Aun así, el municipio conserva un enorme valor natural y patrimonial. Las rutas de senderismo que recorren la Serra do Candán o el entorno de los ríos Lérez y Verdugo siguen atrayendo a excursionistas que buscan desconexión y paisajes intactos, lo que abre una puerta a nuevas formas de aprovechamiento sostenible del territorio.

Dos Regotravesos y un mismo destino

Curiosamente, el de Forcarei no es el único Regotraveso que ha quedado vacío en Galicia. En la provincia de Lugo existe otro lugar con el mismo nombre, situado en la parroquia de Rioaveso, en el concello de Cospeito, dentro de la comarca da Terra Chá.

Según los datos del IGE, este segundo Regotraveso lucense se quedó sin habitantes en 2019, sumándose también a la lista de aldeas deshabitadas del rural gallego. Anteriormente, contaba con una mujer en su censo.

Tanto en Forcarei como en Cospeito estos dos topónimos idénticos separados por más de cien kilómetros comparten una misma historia de despoblación y silencio. Ambos son hoy reflejo de una Galicia interior que, pese al paso de los años, sigue viendo cómo se apagan los últimos rescoldos de vida en sus aldeas más pequeñas.

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